Santo Domingo, República Dominicana. El Banco Central de la República Dominicana (BCRD),
con el interés de mantener debidamente edificados a los agentes económicos y al público en general y
como parte de su compromiso con la transparencia y la divulgación oportuna de datos, informa los
resultados preliminares del comportamiento de la actividad económica correspondientes a enero de
2020.

El Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) muestra que la economía continúa
registrando un desempeño favorable al exhibir un crecimiento interanual de 4.7% en el mes de
enero, ubicándose cercano a su potencial, no obstante los efectos adversos que se han presentado
en el entorno internacional y doméstico de alta incertidumbre y expectativas negativas. Este
resultado refleja los fuertes fundamentos macroeconómicos de la economía dominicana.

En términos de tendencia-ciclo, es decir, aislando del indicador los factores estacionales e irregulares
de la serie, el IMAE muestra una expansión anualizada de 5.3%, reflejando que la actividad económica
en la coyuntura se mantiene creciendo a un ritmo consistente con lo previsto en el programa monetario
para el cierre de 2020.

Las actividades económicas de mayor contribución al crecimiento en enero del 2020 fueron:
construcción, servicios financieros, salud, energía y agua, manufactura de zonas francas, comercio,
agropecuaria, actividades inmobiliarias y de alquiler y otros servicios.

El comportamiento de la economía se explica principalmente por el efecto rezagado de las medidas de
estímulo monetario adoptadas a mediados del año pasado, las cuales consistieron en la disminución en
100 puntos básicos de la tasa de política monetaria y la liberación de más de RD$34,000 millones del
encaje legal para ser prestados a los sectores productivos a una tasa fija máxima de 9.0% y a un plazo
de seis años, lo cual contribuyó a que el crédito al sector privado se expandiera en más de RD$128,000
millones al cierre de 2019, la mayor expansión anual de la historia de la economía dominicana para
un año calendario.

En lo que ha transcurrido del presente año, el financiamiento privado en moneda nacional registró un
crecimiento interanual de 12.6% a febrero, manteniéndose por encima del crecimiento anualizado del
Producto Interno Bruto (PIB) nominal, lo que evidencia que el mecanismo de transmisión de la política
monetaria asociado a las referidas medidas de corte expansivo aún se encuentra operando. Se prevé
que las condiciones monetarias favorables continúen apoyando la demanda interna en los próximos
meses, contribuyendo a que la economía se mantenga expandiéndose a un ritmo alrededor de su
potencial durante 2020.

En cuanto al comportamiento de los precios, la inflación que al mes de enero fue de 0.33%, en
febrero registró una variación mensual de -0.13%, esta última explicada principalmente por la
caída en los precios de los combustibles. La variación interanual del Índice de Precios al
Consumidor (IPC) se ubica en 3.66% al cierre de febrero, por debajo del punto central del rango
meta establecido en el Programa Monetario de 4% ± 1%. La inflación subyacente, la cual
permite extraer señales más claras de los efectos de la conducción de la política monetaria, se
encuentra en 2.50%.

crecimiento más alto de la región. Con este desempeño, producto de los fuertes fundamentos
macroeconómicos, el país se encuentra en mejores condiciones que el resto de sus pares de la región
para sortear tanto el entorno doméstico condicionado por el ciclo electoral, como los efectos adversos
en el ámbito internacional caracterizado por la incertidumbre generada por la propagación del
coronavirus y el impacto negativo que está teniendo el mismo en la economía mundial y en los
mercados financieros y bursátiles. Esto último ha acentuando el proceso de desaceleración
sincronizada que había experimentado la economía mundial, como resultado de las disputas
comerciales y las tensiones geopolíticas.

En cuanto a las cuentas externas, es importante destacar el comportamiento de las remesas, las
cuales han exhibido un significativo aumento durante los últimos meses, con un crecimiento
interanual de 8.4% en el mes de enero, para un influjo de divisas equivalente a US$581.9
millones en el referido mes. En este desempeño de las remesas inciden las condiciones de pleno
empleo del mercado laboral de los Estados Unidos de América con bajas tasas de desocupación y
niveles adecuados de salarios, que favorecen a los dominicanos residentes en ese país.

Asimismo, los términos de intercambio de la República Dominicana se han visto favorecidos por
la combinación de una reducción en el precio del petróleo (WTI en US$41.28 el barril al cierre del
pasado viernes) ante una menor demanda mundial, y por un aumento en el precio del oro (por
encima de los US$1,682.23 por onza troy) que está siendo utilizado como refugio de valor en un
entorno de alta incertidumbre.

El efecto positivo que se generaría por la mejoría de los términos de intercambio, así como el buen
desempeño de las remesas y la inversión extranjera directa, compensaría en gran medida la moderación
reciente del turismo y contribuiría a mantener la estabilidad, así como al fortalecimiento de las
Reservas Internacionales Netas que ascienden en la actualidad a US$9,700 millones, de las cuales
el Banco Central cuenta con reservas propias por US$8,140 millones, al excluir los depósitos del
Gobierno. Este nivel de las reservas internacionales en su conjunto equivale a un 10% del PIB
aproximadamente, superando con amplia holgura el umbral mínimo de tres meses de
importaciones, excluyendo las de zonas francas, recomendado por el Fondo Monetario
Internacional.

Por otra parte, un aspecto relevante a destacar es el comportamiento del tipo de cambio durante el año
2020. En este sentido, la depreciación nominal acumulada al 5 de marzo del presente año fue de 1.2%
con respecto al cierre de año del 2019, similar a la depreciación promedio registrada durante este
periodo en los últimos cuatro años.

Sobre el mercado cambiario, resulta oportuno indicar que, desde inicios de 2020, el Banco
Central ha desplegado una estrategia de intervenciones cambiarias a través de su Plataforma
Electrónica de Negociación de Divisas, inyectando al sistema US$869.5 millones, de los cuales
US$782.6 corresponden principalmente al sector privado y US$86.9 millones al Banco de
Reservas para cubrir compromisos de la Refinería Dominicana de Petróleo (REFIDOMSA).

Estas intervenciones, combinadas con las colocaciones de venta de los bancos múltiples y agentes
del sistema financiero ha permitido suplir la demanda de divisas en el mercado, manteniendo un
flujo adecuado de la moneda norteamericana en la economía, con lo cual el sector privado ha
podido operar normalmente y sin contratiempos en un clima de estabilidad cambiaria.

En el contexto internacional, recientemente han sido revisadas a la baja las proyecciones de
crecimiento para 2020 de las principales economías del mundo ante el potencial impacto del
coronavirus, lo que ha llevado a diversos Bancos Centrales a reducir sus tasas de política monetaria,
especialmente en las economías de menor crecimiento relativo. Igualmente, los pronósticos de
crecimiento para la región de América Latina en el presente año podrían deteriorarse más allá de lo previsto, particularmente en aquellos países que tienen fuertes vínculos comerciales con China y son
exportadores de materias primas.

Finalmente, los resultados favorables de la economía dominicana al iniciar el presente año destacados
anteriormente promueven un entorno de seguridad y certidumbre para los agentes privados de forma
tal que se mantenga un ambiente propicio que continúe impulsando la inversión y el crecimiento. En
este contexto, el Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la
política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y al buen funcionamiento de los sistemas
financiero y de pagos, contribuyendo así al mantenimiento de la estabilidad macroeconómica.