REFLEXIONES EN TRANSICION
Por: José Francisco Peña Guaba
Los sistemas educativos a lo largo del mundo están trabajando para reaccionar ante el brote inesperado de la pandemia del Covid-19, tomando medidas para implementar el cierre de las instituciones educativas y de aprendizaje a nivel nacional, ya sean jardines infantiles, escuelas, institutos profesionales o universidades.
Lo que se observa es la utilización de distintas estrategias, incluso una combinación de ellas para abordar el problema con mejores posibilidades de éxito. Pero a la vez, la combinación de medidas educativas supone que el proceso sale adelante, no que se pierde el año escolar, ni por la pandemia ni por otras razones. Hay que seguir, el proceso no puede detenerse.
Lamentablemente, solo Uruguay ha aprovechado una infraestructura tecnológica previa (que se desarrolló originalmente mediante el llamado “Plan Ceibal”, de 2006, siendo hoy por hoy el único país latinoamericano que cuenta con una plataforma integrada para la administración del aprendizajes de los estudiantes.
El Salvador, Chile, Perú y México cuentan con una amplía biblioteca digital con textos escolares, libros de referencia, narrativos e informativos, guías para docentes y padres de familia, así como cuadernos de trabajo para estudiantes en formatos digitales descargables.
Este tipo de materiales es provisto con regularidad en esos países, destinados a las escuelas en formato impreso y puestos a disposición en sus portales en forma digital. Los materiales están claramente alineados a las distintas áreas curriculares por materia y grado. Deberíamos poder iniciar esta fase lo antes posible.
La mayoría de los países cuentan con portales, con recursos análogos y digitales, disponibles a través de los sitios web de los ministerios. Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, Bahamas, Barbados, Trinidad y Tobago y Perú son algunos de los países que cuentan con sitios web con una variedad de contenidos para descargar y trabajar desde casa. En este sentido, Colombia cuenta con un portal educativo (“Colombia Aprende“con más de 80.000 recursos educativos digitales disponibles para docentes y estudiantes en una amplia variedad de temas educativos.
Ahora bien, la calidad de estos contenidos y su articulación explícita con lecciones y planes de clase estructurados con base en el currículo varía significativamente de país en país. Como se indicó anteriormente, los recursos están diseñados para uso de docentes como apoyo en el aula o como complemento para el trabajo en casa, sin que existan contenidos o programas cuyo diseño permita al docente evaluar la progresión del estudiante en un tema específico.
La medida más frecuentemente utilizada por todos los países, que exige la creación de un protocolo educativo especial, sin duda inicia con la suspensión de clases, que puede ser a corto o largo plazo. Pero con ello han resultado severamente afectados en su desarrollo cerca del 91,3% del total de estudiantes matriculados en el mundo, en opinión de la UNESCO, lo que constituye una situación sin precedente en la historia de la educación.
La segunda medida más utilizada en el ámbito educativo se deriva del hecho precedentemente indicado, quizás porque resulta incluso obvia: transitar hacia la enseñanza y el aprendizaje en línea. El problema es que un proceso de enseñanza-aprendizaje audiovisual responde a retos peculiares, entre ellos crear y mantener sistemas que puedan mantener el proceso en funcionamiento (adquirir computadoras, repartirlas al estudiantado, crear servicios de reparación, disponer rutinas de seguridad e inspección de equipos o crear la plataforma de enseñanza son solamente algunos de esos retos).
Los países de América Latina y el Caribe han lanzado iniciativas de enseñanza remota de emergencia para proporcionar soluciones de corto plazo y mantener cierta continuidad en los procesos de enseñanza aprendizaje. En realidad pocos países tenían estas plataformas en rango operativo único, o sea, pocos o ninguno había desarrollado de tal manera un proceso educativo en línea que, en la actualidad, los recursos con los que algunos países cuentan en realidad estaban diseñados para una educación alternativa, que de otro modo se impartiría de manera presencial o semi presencial y no completamente en forma remota.
En todo caso, los países más desarrollados (ricos) están mejor preparados para avanzar hacia la aplicación de estrategias de aprendizaje en línea, pero en todos los casos el cambio es tan radical y profundo que existe esfuerzo, dedicación y cambio tanto para los maestros como para el sistema administrativo, los padres y los alumnos. Lo que se espera es que estos países superen esos retos, pero los de menores ingresos, particularmente los países más pobres, pueden enfrentar un crecimiento sostenido de la brecha de desigualdad de oportunidades.
Incluso si la estrategia de educación en línea se adopta, lo cierto es que gran parte del alumnado no tiene un lugar en casa, que pueda ser especialmente dedicado a las clases, que garantice aislamiento del educando. Unos carecen de padres que puedan ayudarles, de escritorio, material de lectura o conexión a Internet. Lo que le falta a unos, les sobra a otros. Se impone, por tanto, minimizar las diferencias en las oportunidades de niños pobres para acceder a educación de calidad.
Parte de la solución al problema se está abordando con mucha creatividad.
Por eso en michos países se utilizan todas las modalidades posibles, utilizando la infraestructura existente y adecuándola cuando hace falta. Se utilizan herramientas propias de la educación en línea mediante videos, tutoriales y demás, siempre con previa preparación de las guías pedagógicas, algo que no creemos se haya hecho hasta ahora en nuestro caso.
Habría que trabajar arduamente junto a las compañías de telecomunicaciones para implementar programas especiales que eliminen costos, incluso parece impostergable disponer la gratuidad del Internet en todo el país, con fines educativos o no. Como mínimo el Ministerio de Educación tendría que tener acceso privilegiado al Internet, a costo ínfimo y con disponibilidad para todos los centros educativos.
El desarrollo del proceso educativo en línea supone, dentro de la especialidad de la que es parte, utilizar la radio y la televisión como instrumentos si se parte del hecho de que el aprendizaje remoto debe hacerse utilizando todas las plataformas disponibles, para llegar a la mayor cantidad de educandos, en variados formatos.
Otro aspecto relevante es la alimentación escolar, un renglón educativo importante. El esfuerzo logístico y administrativo es muy complejo para abordarse en las estrictas dimensiones de un artículo periodístico, pero en general puede decirse que debe encontrarse la manera de proporcionar las comidas tanto utilizando las instalaciones escolares y la distribución directa a las familias como último recurso, resultando preferible que se haga a través de redes comunitarias.
La combinación de medidas aquí vista permite la reapertura gradual de los establecimientos escolares para evitar la aglomeración y dar tiempo a la habilitación digital de los maestros, aspecto que de manera errada suele darse por descontado.
Un aspecto esencial dentro del planeamiento es la inclusión de planes de contingencia y previsión de necesidades de suministros y requisitos ordinarios y extraordinarios por demarcación para el aprendizaje en línea o a distancia; delimitación de actividades específicas para educandos en condición de vulnerabilidad y actividades específicas en entornos educativos no formales.
En lo inmediato probablemente la primera tarea consista en preparar paquetes de aprendizaje (sean hojas de trabajo, materiales de lectura u otros textos); elaborar programas de radio y televisión e identificar opciones de aprendizaje en línea, estableciendo grupos de contacto y seguimiento. Incluso podrían realizarse visitas a domicilio para comprobar el cumplimiento y progreso de los alumnos o haciendo seguimiento por teléfono, WhatsApp, correo electrónico, etcétera.
En general las medidas adoptadas por todos los países, en materia educativa, se dividen en 4 aspectos: asegurar el distanciamiento social; mantener las escuelas limpias y desinfectadas, asegurar que los alumnos y docentes lleguen y se mantengan saludables a la escuela y asegurar acceso a higiene escolar oportuna y continua.
Para garantizar el distanciamiento social, las escuelas podrían considerar la reducción de las horas de enseñanza presencial complementándolas con educación en línea o a distancia, incluso alternando grupos de alumnos por días u horarios.
Entre las estrategias de gradualidad o escalonamiento se encuentran las relacionadas con el nivel educativo y con el área geográfica. En este sentido, el distanciamiento social requiere que las escuelas alberguen la menor cantidad posible de alumnos al mismo tiempo, sea comenzando con educación inicial y primaria en un horario (con presencia física porque se trata de un grupo que requiere mayor apoyo para afrontar el proceso de enseñanza en línea o a distancia), mientras los de educación media y secundaria podrían comenzar en línea y asistir en reuniones programadas por zona (urbana o rural, zonas con baja densidad poblacional, con mayores retos para proveer educación a distancia (sin conexión a internet o sin electricidad).
La sugerencia de reapertura de clases implica el escalonamiento de los horarios de entrada y salida a la escuela, para evitar aglutinamiento, aumento del espacio entre butacas y escritorios, cancelación de actividades grupales y evitación de aglomeración en áreas comunes.
El uso de mascarillas en las escuelas es obligatorio, si bien para los más pequeños puede constituir un desafío.
La reorganización del espacio físico educativo requiere señalización y cartelería en los pisos (líneas de distanciamiento) y sobre todo, intensificar la limpieza y desinfección de los espacios que usan los estudiantes y maestros. Por tanto, se admite el incremento de la contratación de este tipo de personal y la mejora salarial de los empleados actuales.
La higiene escolar supone proveer kits de limpieza personal y de aseso de la escuela y entrenamiento al personal, e incremento de la limpieza rutinaria para incluir objetos y superficies que se tocan con frecuencia (por ejemplo, manijas de puertas, interruptores de luz, manijas de los fregaderos, computadores, pupitres).
Para asegurar que docentes y alumnos se mantengan saludables en la escuela es clave maximizar los esfuerzos para asegurar que quienes asisten se encuentran saludables, lo que a su vez exige establecer rutinas de lavado frecuente de manos, cada cierto tiempo.
En lo inmediato procede también la verificación de las condiciones de la infraestructura escolar y la habilitación de los centros para el reinicio de las clases. Se requerirá inventario previo y rápido de las condiciones de las edificaciones escolares al momento de reapertura de los centros y si la escuela tiene o no acceso al agua potable y disponibilidad de lugares de lavado de manos. Es necesario establecer una unidad especializada en esta área para ayudar a los centros a cumplir las previsiones de higiene, que suponen un mayor uso de agua. Esto significa que la pandemia impone presiones mayores sobre la calidad de la infraestructura escolar.
El Banco Interamericano de Desarrollo pone de relieve que un grupo significativo de países han reimpulsado estrategias educativas a base de la utilización de tecnología de primera generación (prensa, radio y televisión). Países como Argentina, Barbados, Belice, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Perú, Suriname, Trinidad y Tobago y Venezuela han recurrido a estos medios para mantener la continuidad del proceso educativo, dadas las limitaciones de conectividad a internet de muchos hogares.
México y Argentina cuentan con una amplia oferta de programas educativos televisivos y Perú ha sacado una parrilla de contenidos en español e idiomas originarios por grado y nivel, disponibles en radio y televisión.
Trinidad y Tobago se están basando en difusión por televisión, mientras que Guyana en difusión por radio.
Barbados ha impulsado una combinación de ambos a través de sus emisoras estatales.
El Ministerio de Educación de Chile estableció una alianza con canales de televisión para dar origen a TV Educa Chile, una señal de cobertura nacional que transmite contenido pedagógico con material educativo facilitado por los canales participantes y series educativas producidas por canal oficial.
Haití lanzó una programación educativa en programas de televisión y radio, y se encuentra actualmente trabajando en incluir nuevo contenido.
Argentina, Chile, México y Perú han impreso recursos educativos basados en los textos y materiales con que ya contaban, para distribuirlos a través de las escuelas que atienden a la población más vulnerable.
Lo cierto es que si el esfuerzo no es eficiente, el sistema educativo privado se verá reforzado a expensas del público, que podría resultar muy comprometido y frustrado en su misión constitucional.
Ante ello, las medidas inmediatas más recomendables son la expansión del Internet a nivel nacional y gratuito, la adecuación de las edificaciones escolares, mantener la higiene y, con una velocidad sin precedentes, activar una combinación de soluciones educativas con medios de primera generación (materiales impresos, radio y televisión) y de segunda generación (plataformas, sistemas de gestión de aprendizajes) para entregar contenido y mantener un nivel aceptable de interacción entre la escuela, la familia, los maestros y los educandos.