MOSCÚ.- El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, acusó este martes al consejo coordinador opositor, que celebró el martes su primera reunión, de intentar tomar el poder.
“Y nos exigen, ni más ni menos, que les cedamos el poder. Es decir, esto lo interpretamos de una sola forma: es un intento de tomar el poder con todas las consecuencias”, dijo Lukashenko durante una reunión del Consejo de Seguridad de Bielorrusia, según informa la agencia BELTA.
Lukashenko, al que la oposición demanda su renuncia incondicional, amenazó a los miembros de ese consejo, que incluye a la premio Nobel de literatura Svetlana Alexiévich, con “medidas adecuadas”.
“Tenemos suficientes medidas para calmar a algunas cabezas calientes. Pero exclusivamente en virtud de la Constitución y las leyes”, dijo.
Lukashenko, que descalificó a los miembros del consejo, a algunos de los que llamó “nazis”, acusó a la oposición de querer prohibir la lengua rusa y abandonar la Unión Estatal con Rusia.
Ésta afirmación fue negada rotundamente por una de las dirigentes opositoras, María Kolésnikova, quien acusó al presidente de “manipulación y engaño”.
El Consejo Coordinador de la oposición bielorrusa para el traspaso de poder celebró hoy su primera reunión.
“No es un partido político, sino una comunidad de ciudadanos que debe influir el traspaso pacífico del poder”, explicó Kolésnikova.
A su vez, Lukashenko anunció que ha puesto en alerta a las tropas en la frontera occidental del país como reacción a una supuesta amenaza exterior.
“Gracias al cielo que reaccionamos y hemos desplegado unidades militares de nuestro Ejército en las fronteras occidentales de la república, y las hemos puesto en máxima alerta”, subrayó.
Lukashenko, que hoy volvió a hablar por teléfono con el presidente ruso, Vladímir Putin, aludió a las declaraciones de algunos dirigentes occidentales “que no saben dónde está Bielorrusia”.
“Y no saben lo que ocurre aquí. De todas formas, hacen esas declaraciones. Como dicen los militares, el factor exterior obliga a valorar la situación y a actuar como es necesario”, explicó.
Lukashenko, que no especificó a qué declaraciones se refería, subrayó que en Bielorrusia “a día de hoy no sólo han surgido problemas internos, sino también externos”.
“Y el hecho de que sean acciones coordinadas lo vemos claramente. Pero esto no es ni siquiera el pico”, advirtió.
Desde el estallido de las protestas postelectorales, Lukashenko denunció que éstas habían sido patrocinadas por países como Polonia o la República Checa, y acusó a la OTAN de desplegar aviones y tanques a quince minutos de la frontera.
Aunque el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, criticó desde un principio la represión de las libertades, la Alianza Atlántica salió el lunes al paso de esas críticas y subrayó que “la OTAN no es una amenaza” para Bielorrusia.
La Unión Europea, que celebrará mañana una cumbre telemática sobre Bielorrusia, ha adelantado que adoptará sanciones contra Minsk y expresó su respaldo a las manifestaciones antigubernamentales y a sus demandas de cambio.