SANTIAGO DE CHILE.- Siete de cada 10 chilenos están “totalmente decididos” a participar en el histórico plebiscito del próximo 25 de octubre sobre una nueva Constitución, pese a que la pandemia no pueda darse por terminada para entonces, reveló este lunes una encuesta.
El sondeo Plaza Pública Cadem mostró que un 15 % de los encuestados tiene casi decidido que irá a votar, mientras que un 4 % “probablemente” no lo hará y un 9 % ya lo ha descartado debido a la crisis sanitaria.
Con 397.665 infectados y 10.852 muertos desde marzo, Chile es el noveno país del mundo con más casos, por delante de España o Italia, aunque los nuevos contagios llevan semanas disminuyendo y el país se encuentra en plena fase de desconfinamiento y apertura gradual de la economía.
La encuesta reveló además que el 50 % de los consultados considera que el referéndum debe realizarse el 25 de octubre, frente al 42 % que opta por postergarlo hasta que esté superada la crisis sanitaria.
Los resultados del estudio se basan en entrevistas a 705 personas en todo el país con un error muestral que se estima en ? 3,7 % considerando variación máxima y un 95 % de confianza.
Este miércoles arrancará la campaña electoral para el plebiscito, el más importante desde la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y en el que los chilenos decidirán si cambiar o no la actual Constitución y qué órgano redactaría el nuevo texto.
El plebiscito, que tenía que haberse celebrado en abril pero fue pospuesto por la pandemia, es una de las principales apuestas políticas para desactivar la crisis que vive el país desde octubre, con una treintena de fallecidos y miles de heridos, además de acusaciones contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humano
La actual Carta Magna, redactada en pleno régimen militar, es considerada por los manifestantes como el origen de las grandes desigualdades socioeconómicas que tiene Chile, por su corte neoliberal.
Fomentar la participación en la votación es una de los grandes desafíos y las autoridades electorales se encuentran elaborando un protocolo sanitario para el día de la votación.
Mientras algunas voces de la derecha, contrarias al cambio constitucional, piden postergarlo, desde el centro, la izquierda y la sociedad civil defienden que otros países han celebrado elecciones en pleno pico de la pandemia y que si ya están abriendo grandes centros comerciales se puede ir a votar.