Marco de Referencia
Ya son muchos los conflictos que se han generado en el Partido Revolucionario Moderno (PRM) debido a la impaciencia expresada por varios dirigentes que todavía no han sido tomados en cuenta para ocupar cargos en la administración del presidente Luis Abinader.
Y aunque la base del PRM ha estado presionando para ser designados en el Estado, el jefe del gobierno dominicano advirtió que “Llegué por los perremeístas, pero soy el presidente de todos los dominicanos”.
No obstante, los dirigentes perremeístas acusan al presidente Abinader, de estar nombrado a sus amigos personales, a quienes denominan con el mote de los Riquitos, mientras deja sin cargos y sin empleos, a la base del partido que se fajó en la campaña a garantizar su triunfo en el pasado torneo electoral.
En la campaña electoral del 2,000 Hipólito Mejía esgrimió la consigna “Gobernaré para todos pero sin olvidarme de los míos”.
Pero los suyos no eran sus amigos de infancia, ni sus socios de negocio, ni sus amigos ricos y empresarios, los suyos eran los miembros del PRD, con los cuales gobernó.
Un buen estadista, ciertamente debe gobernar para todos, y gobernar para todos implica respetar las leyes y la institucionalidad, es aplicar políticas públicas que favorezcan a todos, es promover la convergencia social y económica entre las clases sociales.
En consecuencia, el técnico especializado debe permanecer en su cargo para asegurar el buen funcionamiento de la institución y del país, el empleado de carrera debe permanecer en su posición porque así lo estipula la ley.
Pero hay ministerios, direcciones y empleos, que deberían ser ocupados por perremeístas y se están entregando a los Riquitos.
Un buen político reconoce el mérito, la entrega a la causa y le otorga el premio y la recompensa, al que se lo ganó.
No es cierto que una persona proveniente del sector privado, cuya actividad profesional busca el lucro personal, tiene más vocación, entrega y compromiso ante la sociedad, que un dirigente político.
Muchos dirigentes del PRM sostienen que “hay muchos perremeístas que hicieron el trabajo político y tienen el perfil profesional para ocupar posiciones importantes en la administración pública, pero han sido desplazados por Riquitos que se unieron a la causa en el último tramo de la campaña”.
El empleo es uno de los instrumentos más expeditos que tiene un gobierno para crear equidad e igualdad económica y social.
¿Porque darle un empleo a un Riquito advenedizo que no lo necesita y dejar sin trabajo a un pobre dirigente de base, que tiene años jugándosela por la causa, que está desempleado y que tiene el talento para ocupar la posición?
¡No parece justo!
En política se barre para adentro, hacer lo contrario tiene sus consecuencias, pues la gerencia política no tiene la misma lógica de la gerencia empresarial.