Por Gilbert Guzmán
La falta de información en el Palacio Nacional choca de frente con la lógica.
Un Gobierno moderno con un presidente moderno no puede darse ese lujo.
El partido gobernante tiene que estar distante de lo que fue el (PRD) que nunca dio pie con bola con una buena comunicación en el año 2000. Esa herencia no ayuda.
El flujo de las informaciones en la casa Gobierno es casi nulo; ningún periodista de los que cubren la fuente tiene acceso de forma natural.
Resulta sorprendente y hasta preocupante, que el jefe de Estado siempre está dispuesto a conversar con los periodistas en las actividades que encabeza.
Esa disposición de la primera figura de la República, y su apertura con la prensa, contrasta con los funcionarios del Palacio Nacional designados, cuya misión es la de mantener informados a los que cubren la fuente palaciega, pero no están cumpliendo.
Esa práctica debe cesar de inmediato, la misma lesiona el acceso a la fuente informativa y por demás, debilita el sistema democrático.
Las autoridades pasadas cerraron las puertas a las informaciones, hasta el punto que los medios que estaban asignados a la fuente, llegaban a sus medios con las grabadoras y las tarjetas vacías. Esa página debe ser pasada y que nunca más vuelva a repetirse.
Las actividades tanto de la vicepresidencia, así como de la presidencia son “privadas”, según expresan algunos empleados de las áreas de comunicaciones.
Un Gobierno con un desorden en materia informativa no llega lejos.
El presidente Abinader debe tomar medidas urgentes ante que sea tarde y afecte su incipiente gestión.
El mal con medicina a tiempo tiene cura!
Resuelvan eso, es urgente!