Marco de Referencia
Dice un refrán “que una cosa es con guitarra y otra con violín”, otro que dice que “no es lo mismo llamar al diablo que verlo llegar”. Y diría yo, tratando de interpretar a los políticos que “no es lo mismo hablar de la bonanza que verla llegar”.
Por eso, en los procesos electorales catalogan como pecaminoso cualquier privilegio que ostenta el político que pretenden destronar, pero una vez ganan la curul esgrimen sofismas insostenibles, burdas engañifas, para mantener la prerrogativa.
Políticos hipócritas que mienten sin ningún pudor a la ciudadanía, que les compra sus propuestas y votan por ellos, con la esperanza de que van a actuar con probidad y con sus acciones van a contribuir a adecentar el sistema político y a mejorar la vida de la gente.
Durante años la oposición satanizó los programas de asistencia social de los legisladores, denominados cofrecitos y barrilitos, bajo el alegato de que esos recursos solo sirven para el clientelismo político, para engrosar los bolsillos de los políticos, porque otorgan una ventaja económica en los procesos electorales, porque afectan la institucionalidad, entre otras anomalías.
Sin embargo, muchos de los aspirantes que deploraban la practica legislativa, ahora que ostentan el cargo han decidido mantener el censurado privilegio.
En ese sentido el Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), Serbio Tulio Castaños, sostuvo que “llama la atención que, en esta ocasión, luego que en el periodo de campaña la mayoría de los actuales miembros del Congreso Nacional habían hecho el compromiso de que renunciaban a esa aberración, pero ahora 30 senadores que habían hecho la promesa van a recibir 20 millones de pesos mensuales”
“Ojalá que en es esta ocasión impere la razón y se desmonte esto, sobre todo porque estos privilegios van en contra del propio espíritu de la constitución, por eso la FINJUS reitera su llamado al Congreso Nacional, a los fines de que nuestros congresistas desmonten estas prácticas”.
Faride Raful quién dijo que el cofrecito y el barrilito son un instrumento político electoral degradante que convierte a los miembros del Congreso Nacional en repartidores de dádivas a los pobres», ahora los quiere “redirigir”.
¿Pero, acaso no es ese un argumento similar al que hicieron diputados y senadores en el pasado y que ella cuestionó?
¡Pero claro, Porque “una cosa es con guitarra y otra con violín”! ¡Porque no es lo mismo criticar la bonanza que verla llegar!
Es que la incoherencia es propia de nuestra clase política, es que todos los partidos políticos están abarrotados de ¡políticos hipócritas y mentirosos!