(“Conectar a los no conectados”, expandir las redes 5G y reducir la brecha digital en zonas rurales están entre las metas del regulador)
SANTO DOMINGO.-El Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) implementará durante el actual período de gobierno del presidente Luis Abinader y por primera vez en la historia de la institución, el “subsidio a la demanda”, un hito en la prestación de los servicios de telecomunicaciones y Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) en zonas no servidas del país.
La iniciativa está contemplada en el “Plan bianual de proyectos de desarrollo para el período 2021-2022” aprobado mediante resolución número 010-2020 por el consejo directivo del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel).
El proyecto tiene como lema específico “Conectar a los no conectados” y conlleva una inversión global de RD$150 millones de pesos. La iniciativa se basa en los principios del Indotel y en el decreto número 539-20 del presidente Abinader que “declara de alto interés nacional el derecho esencial de acceso universal a Internet de banda ancha de última generación y al uso productivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)”.
El plan de proyectos está enfocado para cerrar la brecha de infraestructura digital y a incrementar el acceso a internet de banda ancha principalmente en los hogares que no están en capacidad de cubrir sus costos. Además, en buscar alternativas que promuevan el acceso universal a las telecomunicaciones y a las TIC, en comunidades situadas en las zonas rurales y semiurbanas no servidas y con señal precaria.
La finalidad del mismo es “conectar a más dominicanos y dominicanas a un servicio de calidad y por ende que les brinde las oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales para la educación, la salud, el trabajo productivo, entre otras”.
Al proyecto lo integran cinco componentes: el de acceso e infraestructura con inversiones de 44 millones de pesos; el subsidio a la demanda, con 80 millones de pesos; el de apropiación social y desarrollo de habilidades, con 16 millones de pesos; realización de diagnósticos en comunidades, con 2 millones 500 mil pesos y el componente de gastos administrativos y evaluación de impacto, con 7 millones 500 mil pesos.
En cuanto al componente de “subsidio a la demanda”, este tendrá un tiempo de ejecución de 24 meses. Consiste “en el diseño y contratación de un programa de subsidio a la demanda a través de una “Canasta Digital Social”. Para esto se contempla iimplementar un programa de subsidios con tarifas asequibles a Internet de acuerdo a la realidad socioeconómica de las localidades a impactar y a la oferta disponible en la zona de impacto del plan.
Además, se aplicará una «Canasta Básica Tecnológica» que facilitará dispositivos con capacidad de conexión a Internet a los hogares que se encuentran por bajo la línea de pobreza. Se garantizará con el mismo impactar a un marco de pobreza multidimensional de catorce (14) provincias que han sido priorizadas por tener un nivel de penetración del internet fijo por debajo del 4%.
Incluye un subsidio parcial al servicio de conectividad que consiste en el diseño de un “Plan Social de Conectividad” subsidiado parcialmente por el Indotel.
Según ha señalado en su Plan el FDT del Indotel, en este componente se tomará como referente las recomendaciones de la Comisión Mundial de Banda Ancha que establece que para que el internet sea asequible, “el costo de 1 Giga no debe sobrepasar el 2% del ingreso promedio del hogar y el ingreso promedio de los hogares calculado para el nivel del Índice de Calidad de Vida”.
En tanto, en el subcomponente “Dotación de dispositivos de acceso” está la “Canasta Básica Tecnológica”, conformada por dispositivos con capacidad de conexión a Internet que serán facilitados a hogares localizados en comunidades que están bajo la línea de pobreza y que han sido definidas en la zona geográfica de ejecución de este componente, sin que estos tengan que cubrir ningún costo.
El timón del barco
El proyecto fue sancionado de manera definitiva por el presidente del consejo, Nelson Arroyo, los consejeros Pavel Isa, miembro ex oficio en representación del Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo; Príamo Ramírez Ubiera, Darío Rosario Adames e Hilda Patricia Polanco, así como la directora ejecutiva y secretaria del órgano colegiado, Julissa Cruz Abreu.
El objetivo principal: “lograr que las personas de zonas rurales y semiurbanas en condiciones de vulnerabilidad y niveles significativos de pobreza utilicen y adopten el Internet y las tecnologías digitales en gran parte de sus necesidades específicas para lograr su desarrollo humano”.
La realización de esta iniciativa tendrá como algo intrínseco a este esfuerzo, la expansión de las redes 5G y el logro de una significativa reducción de la brecha digital en zonas rurales y no servidas que persisten en el histórico de las telecomunicaciones en el país.
Asimismo, el Plan bianual es el primero que ejecuta el Indotel en la actual gestión del presidente Abinader contempla, además del subsidio a la demanda, el acceso e infraestructura y apropiación social, y el desarrollo de habilidades en beneficio de pobladores de zonas aún no favorecidas con servicios de telecomunicaciones y TIC.
Se espera impactar con el mismo a toda la población “sin distinción del lugar donde vivan y de sus condiciones socioeconómicas, pero especialmente orientado a aquellos que viven en las áreas de mayor vulnerabilidad y pobreza, con ninguna o baja conectividad”.
Conectar a los No Conectados
Según el FDT, se trata de un proyecto integral que dotará a comunidades rurales no servidas o con bajos niveles de penetración de Internet y que viven bajo línea de pobreza, del acceso y conectividad a la banda ancha de calidad, que contribuya a la reducción de la brecha digital de la República Dominicana.
En tanto, el proyecto será impulsado “bajo las premisas de una conectividad significativa, que se refiere a un uso regular de Internet, un dispositivo móvil apropiado, datos suficientes y una conexión con un ancho de banda mínimo de 10 Mbps, que haga posible que estas tecnologías tengan un impacto positivo en su calidad de vida”.
La iniciativa aportará a la implementación de políticas públicas, tanto del lado de la oferta como de la demanda, para aumentar la disponibilidad, la adopción y el uso de servicios de banda ancha en la población de bajos ingresos de República Dominicana, explica el FDT. Contribuirá al cierre de la brecha digital y al empoderamiento de las comunidades y su población para que sean parte activa de su propio desarrollo, como del desarrollo nacional.
La población, según lo establecido, será incorporada a los beneficios del Plan a través de:
Conectar comunidades apartadas asegurando que no queden excluidas del desarrollo digital.
Proporcionar un servicio de banda ancha que se adapte a las necesidades únicas de la comunidad y su población.
Generar espacios de apropiación y empoderamiento de la población local en la sostenibilidad de la infraestructura digital desplegada y fomentar la participación comunitaria en dicha sostenibilidad.
Fomentar el desarrollo de habilidades y de alfabetización digital en las tecnologías emergentes, en especial las capacidades comunitarias para el mantenimiento y operación de la infraestructura digital desplegada;
Propiciar que los hogares de las franjas más pobres, incluyendo los de las mujeres, madres solteras cabeza de familia, tengan oportunidades a través del acceso y uso de la banda ancha para la educación, el trabajo y el mejoramiento de sus condiciones de vida y la de sus hijos e hijas.
Telecom y TIC: un lujo en hogares pobres
En la resolución que aprobó el Plan bienal se establece igualmente que “adquirir un dispositivo de acceso o pagar un servicio de conectividad constituye un lujo para las personas que viven en condiciones de pobreza”. Precisa que “al año 2018, el país registraba en términos absolutos dos millones 100 mil hogares pobres, tomando como referencia el indicador multidimensional, obtenido a través del Índice de Calidad de Vida (ICV) usado por el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN).
Detalla que además del nivel socioeconómico, se manifiesta la brecha digital entre los hogares de los diferentes quintiles, mientras el 83% del estrato más alto (quintil 5) tienen acceso a internet, en los hogares más pobres sólo el 3.7% y 10.4% tienen internet (quintil 1 y 2 respectivamente).
A eso se suma que “el 73% de los hogares a nivel nacional no dispone de un computador de escritorio, portátil y/o tableta”; mientras que a nivel urbano este porcentaje representa el 70% de los hogares y a nivel rural sólo el 87%”.
“Desagregados por tipo de dispositivo, -establece la resolución- sólo el 12% cuenta con tabletas, el 16% con computadora portátil, y el 9% con computadora de escritorio”. “Esta brecha de dispositivos se extrema en los hogares pobres de la República Dominicana”, subraya.