Dr. Víctor Manuel Peña
El siglo XX ha pasado a la historia como el siglo en que se da la tercera revolución industrial de la información y del conocimiento que ha abierto los cauces para el desarrollo de otra revolución: la de la inteligencia artificial
La tercera revolución industrial está en la base del proceso de globalización que se ha estado dando en el mundo a partir de principios de los ochenta.
Es obvio que en el centro de una revolución industrial, cualquiera que sea o haya sido, están las máquinas y la técnica.
Es natural también que las máquinas aparezcan en el contexto del desarrollo de la técnica y de la tecnología en el marco de la relación simbiótica ciencia-tecnología.
Pero siempre hay un entorno natural, social, económico y cultural que sirve de contexto al desarrollo de la técnica y de la misma ciencia.
Entre el entorno natural, social y cultural y el desarrollo de la ciencia y de la técnica hay efectos de retroalimentación. El entorno natural y cultural influye en el desarrollo de la técnica y de la ciencia pero al mismo tiempo la técnica y la ciencia influyen sobre el mejoramiento de las condiciones del entorno y también de las condiciones de vida de la gente.
El desarrollo de la técnica, de las máquinas y de la ciencia influirá notable y permanentemente en el desarrollo in crescendo de la productividad.
El progreso y el desarrollo de la civilización humana no pueden explicarse al margen del desarrollo de la técnica, de las máquinas y de la ciencia en sentido general.
Lewis Mumford, excepcional filósofo estadounidense de la tecnociencia fallecido en 1990, en su libro Técnica y Civilización dice lo siguiente: “Sin embargo, la máquina es un producto del ingenio y del afán humanos. De ahí que entenderla no sea únicamente un primer paso para orientar de otra manera nuestra civilización, sino también un medio para entender la sociedad y para conocernos a nosotros mismos. El mundo de la técnica no está aislado ni es autosuficiente: reacciona a fuerzas e impulsos que proceden de lugares del entorno aparentemente remotos”. (Pag. 31, primera edición 2020)
Más adelante el mismo autor señala que “las máquinas se han desarrollado a partir de un complejo de elementos no orgánicos para convertir la energía, para realizar un trabajo, para incrementar las capacidades mecánicas o sensoriales del cuerpo humano o para reducir a un orden y una regularidad mensurables los procesos de la vida”. (Pag. 34, primera edición 2020)
Y nos preguntamos: ¿A cuáles fuerzas o impulsos del entorno ha respondido el desarrollo de la era espacial o la era nuclear y ahora el desarrollo de la era digital en la que vivimos? ¿Y cuáles han sido los efectos de la era espacial y de la era digital sobre el entorno en el mundo y sobre el progreso y el desarrollo económico y social?
La situación de rivalidad o de confrontación elevada a la enésima potencia entre Estados Unidos y la exURSS explica en buena medida el desarrollo de la era espacial y de la era nuclear en la segunda mitad del siglo XX.
En la era espacial y nuclear se ha explorado el espacio pero se han desperdiciado demasiados recursos. El mundo de la era espacial fue un mundo bipolar.
La era digital se desarrolló a partir de la aparición de la internet (o del internet) en la historia de la humanidad a partir de la Segunda Guerra Mundial, pero su gran desarrollo se dio a partir de los 80.
Pero hablar de la era digital es hablar propiamente del desarrollo de la inteligencia artificial.
Y el desarrollo de la era digital y de la inteligencia artificial se da propiamente en el actual siglo XXI.
Las máquinas que expresan la era de la inteligencia artificial son las computadoras, las laptops, los celulares y las tablets.
El desarrollo de las redes sociales se inserta en el mundo de la inteligencia artificial.
Se piensa a menudo que el mundo de la realidad material y el mundo de la virtualidad están totalmente separados, y no es así. El mundo de la realidad material y el mundo de la virtualidad siempre han estado conectados y vinculados.
La virtualidad es consecuencia y expresión del desarrollo material de la humanidad incluyendo el desarrollo de la inteligencia humana.
Y naturalmente el desarrollo de la virtualidad no es posible al margen del desarrollo de la conectividad.
En el mundo de la virtualidad las distancias físicas o geográficas no existen. Y lógicamente el espacio de la virtualidad no es propiamente el espacio del mundo físico.
La tecnología digital y el desarrollo de la inteligencia artificial están incidiendo en el aumento de la productividad, de la competitividad y del progreso de las sociedades modernas.
El mundo de la era digital comenzó siendo un mundo multipolar pero ha terminado siendo un mundo bipolar por la confrontación o rivalidad que se da fundamentalmente entre Estados Unidos y China Popular.
La gran competición, confrontación o rivalidad entre las potencias en el mundo de hoy se da de manera principal en el plano tecnológico-digital.
Y esa lucha por lograr la supremacía o la hegemonía del poder global pasa por el control y dominio de las redes 5G insertas en el mundo de las telecomunicaciones y de las comunicaciones en sentido general.
En el mundo tecnológico-digital China está compitiendo FACE to FACE con Estados Unidos. Es más, China le lleva cuerpos de ventaja a Estados Unidos en el caso de la tecnología de las redes 5G.
Está por verse quién triunfará en esa guerra tecnológica sin cuartel entre las dos más grandes potencias.