Dr. Víctor Manuel Peña

Nadie en el país niega ni duda la estabilidad macroeconómica y el crecimiento real que hubo en la economía dominicana durante los tres gobiernos de Leonel (96-2000 y 2004-2012).

La política económica, es decir, las políticas de demanda agregada (política fiscal y política monetaria y cambiaria) son claves en la construcción de la estabilidad macroeconómica en cualquier economía y en cualquier país.

Y está clarísimo que la estabilidad macroeconómica juega su papel en cuanto a la gestación del crecimiento económico.

Un país donde no hay estabilidad macroeconómica hay grandes problemas para que el crecimiento económico tenga lugar, y si hay crecimiento el mismo se realiza de manera escabrosa o dificultosa.

En el contexto de la existencia o no de esa estabilidad macroeconómica es que se produce el accionar del sector privado en la economía.

Pero aún con la importancia que tiene, la estabilidad macroeconómica no se traduce por si sola y per se en crecimiento económico.

La estabilidad macroeconómica y el gasto público deficitario o no, tanto el corriente como el de capital, son un aporte importante, un abono y un contexto importante para que el crecimiento se realice.

La insuficiencia del ahorro para financiar las inversiones, tanto del sector privado como del sector público, lleva tanto al sector privado como al sector privado a endeudarse para financiar déficits financieros. En el caso del sector público hay una brecha llamada déficit fiscal que se produce porque los ingresos ordinarios o corrientes, tributarios y no tributarios, no dan para cubrir la totalidad del gasto público.

El endeudamiento tanto privado como público implica que se está usando el ahorro interno y el ahorro externo para cubrir las necesidades de financiamiento.

Las inversiones extranjeras, tanto las directas como las de portafolio, los préstamos del exterior y la colocación de bonos soberanos en los mercados financieros internacionales dan cuenta de que se está haciendo uso del ahorro externo.

El sector privado usa el ahorro interno yendo al sector financiero formal a buscar préstamos y de manera directa yendo al mercado de valores y de capitales a colocar bonos corporativos y acciones.

En el caso del mercado de valores y de capitales, los inversionistas institucionales y los inversionistas individuales son los que aportan los fondos provenientes del ahorro.

Claro, no todo el financiamiento depende del ahorro: el sistema financiero tiene capacidad para afectar la masa monetaria a través del crédito bancario

Entonces el crecimiento del PIB tanto a nivel global como a nivel sectorial va a estar determinado por los niveles de consumo, de inversión, las exportaciones, las tecnologías y las innovaciones. Estas variables van a incidir de manera poderosa en la gestación y el mejoramiento de la productividad.

El crecimiento del producto interno bruto no se da al margen de la productividad y de su crecimiento y evolución en el tiempo.

El nivel del producto interno bruto a precios corrientes está determinado por la demanda agregada nacional (consumo privado+inversiónprivada+consumopúblico+inversiónpública+exportaciones).

(1) PIB= Cons. privado + Inv privada + Cons. público + Inv. pública+ Exp. – Imp.

(2) PIB+M= Cons. privado+ Inv. privada+ Cons. Público+Inv. Pública+ Exp.

PIB+M que es la oferta agregada nacional es igual a la demanda agregada nacional.

Así presenta la teoría keynesiana el equilibrio macroeconómico entre oferta agregada nacional y demanda agregada nacional.

En los gobiernos de Leonel siempre hubo estabilidad macroeconómica y siempre hubo crecimiento económico.

Recuerdo que entre agosto de 2004 y mediados del 2005 ya el mercado cambiario estaba estabilizado y el tipo de cambio en descenso permanente, es decir, hubo un sostenido proceso de apreciación de la moneda nacional frente al dólar y el consiguiente declive de la inflación, lo que se convirtió en un factor favorable al crecimiento del PIB.

Por el lado de la política fiscal, se elevó la calidad del gasto público, tanto del gasto corriente como del gasto de capital. Logramos aumentar el coeficiente tributación, bajar el déficit fiscal y los niveles de endeudamiento público.

En los gobiernos de Leonel el PIB en dólares de nuestro país se multiplicó por tres, es decir, de 20 mil millones de dólares a 60 mil y algo.

¡Esa fue una verdadera proeza!