REFLEXIONES EN EL CAMBIO #66
José Francisco Peña Guaba

Es innegable que estamos ante la peor crisis regional de los últimos 70 años, de acuerdo a los informes emitido por la CEPAL,(Comisión Económica para América Latina y el Caribe) nos encontramos en una triple crisis combinada: sanitaria, social y económica, que se ha recrudecido con un aumento significativo y constante de los precios de los “commodities” que son las materias primas, en especial las agrícolas que crean una profunda desestabilización en los presupuestos familiares.

Los principales rubros agrícolas todos los meses han ido subiendo a nivel internacional y no se avizora un panorama optimista para los países pobres como los nuestros, nos enfrentamos a una crisis de insospechadas consecuencias, porque en ninguna de las áreas sin querer ser pesimistas se ve todavía una luz al final del túnel. En la parte sanitaria todavía estamos en procura de que la vacunación alcance el 70% de vacunados con ambas dosis, para llegar a lo que se llama “la inmunización del rebaño “que aplane realmente la curva de contagio de tan letal virus, igualmente esperamos que las vacunas utilizadas nos protejan de las mutaciones, variantes y cepas que están produciéndose a nivel mundial, lo que hace que todavía el COVID-19, sea un grave problema de salud pública para la población.

El mayor dolor de cabeza de los gobiernos, es enfrentar día a día este enigmático virus, para ello es preciso que sepamos a lo que nos enfrentamos, es por eso que es importante conocer la diferencia entre mutación, variantes y cepas: en el caso de la mutación, está más que comprobado que “los virus viven mutando”, los virus no son una especie como los animales o las plantas son una cuasi especie, por eso se replican en miles de millones de partículas virales que se multiplican a una velocidad de espanto, por eso su replicación viral no es perfecta, los virus cometen un error al copiar su material genético, una mutación es un cambio en una de las letras (nucleótidos) que forman el código genético de un organismo, este virus está compuesto también por proteínas que es la llave que utiliza el coronavirus para entrar mejor a la célula, haciendo un copiado torpe, los que hace  más frecuente la mutación de este virus.

Las variantes producen las constantes mutaciones, cuanta más alta sea la tasa de las mismas es posible que surjan cambios importantes que pueda hacer cambiar el código genético, dando lugar o propiedad diferente que es lo que se determina como variante.

La cepa a diferencia de las variantes, es que en su mayoría las variantes son una modificación del virus original con una relevancia limitada, y la cepa supone cambios importantes del virus que inciden en factores claves como su virulencia, su letalidad o su capacidad de desencadenar una mayor transmisión o contagio, todavía el coronavirus que estamos combatiendo “nos puede dar un gran susto” con nuevas cepas que obligue a replantearse la posibilidad de modificar las vacunas existentes, para que estas sean más efectivas a las nuevas variantes o cepas, y por ello haya que vacunar de nuevo a quienes hayan recibido las vacunas anteriormente.

Como verán, el problema sanitario sigue siendo el mayor de los problemas, y nadie sabe qué pasará, ni el tiempo que tardaremos en salir de esta crisis. En lo social estamos ante la realidad de un aumento de vulnerabilidades sociales, como la baja de ingresos, informalidad laboral, desempleo y aumento del hambre, que sumado al miedo y a la incertidumbre está creando comportamientos en la población tales como: negación, omnipotencia, rebeldía, desconocimiento del riesgo al contagio, descalificación, violación o incumplimiento de las medidas de protección, y un aumento del consumo de tabaco, alcohol y drogas.

Todo esto, genera expresiones emocionales que terminan en conductas impulsivas, que pueden derivar en actos violentos, así como manifestaciones de estigma y discriminación. Los Gobiernos, están obligados a gestionar el riesgo social para evitar tensiones que lo enfrente en las calles con la población.

La crisis económica encuentra a nuestros países en total indefensión, porque aumentan significativamente los gastos y disminuyen los ingresos, lo que obligan a los Gobiernos a realizar reformas fiscales o  aumentar sustancialmente en condiciones onerosas la deuda externa, como en nuestro caso como nación, que estamos compelidos a una u otra, o la combinación de ambas para poder salir airosos de la crisis.

Como si no fuera suficiente con las  tres situaciones antes mencionadas, estamos también, ante el segundo ciclo de aumentos de precios de las materias primas (commodities) del Siglo XXI, que aumentará sustancialmente el precio de todo, en especial de los alimentos, lo que supone un verdadero quebradero de cabeza para el gobierno al cual le tocará lidiar, estableciendo mecanismos para mitigar en parte los efectos de esta escalada alcista y así no dejar sobre todo a las clases media y baja a merced de la rapacidad del sector privado.

A la administración del presidente Abinader, le ha tocado gobernar en la peor crisis, y solo pueden salir bien librados de tan difícil desafío, si todos colaboramos voluntariamente para poner nuestro granito de arena, para salir de esta situación.

Los partidos que estamos en el Foro Permanente de Partidos Políticos (FOPPPREDOM) consciente de la dura realidad estamos discutiendo en construir una propuesta de concertación, que denominaremos (PACTO NACIÓN), para enfrentar las consecuencias sanitarias y socioeconómicas del COVID-19. Para esto  auspiciaremos la constitución de 3 mesas de trabajo: sanitaria, social y económica, de apoyo y colaboración con el Gobierno y toda la sociedad en su conjunto, para ayudar a sacar nuestro país del delicado trance en que se encuentra. Aparcamos diferencias para hombro a hombro con el presidente Abinader, demostrar que por encima de nuestra condición de políticos, somos ciudadanos y queremos nuestro país, nos declaramos de manera pasiva en nuestras lides partidarias para enfocar nuestros mayores esfuerzos en ayudar a nuestro pueblo, que es el que sufre las secuelas de este mortal virus, no podemos dejárselo todo de manera irresponsable al Gobierno, y mucho menos debemos querer sacar rédito electoral de la crisis pensando en una incorrecta línea de oposición, que solo piensa en la próxima cita electoral y que no desaprovecha momento alguno para desgastar al gobierno por los obligados errores que les hace cometer gestionar esta triple crisis.

Ningún gobierno tiene un manual para salir airoso de está triple crisis, y cada día tiene su afán, y que sea el país más poderoso del mundo, los Estados Unidos de Norteamérica, lo que más fallecidos tengan a escala planetaria dan prueba fehaciente de lo que aquí expresamos, por lo cual nos ponemos a la disposición del Gobierno para colaborar en todo lo que sea necesario sin que tengan que darnos a ningún partido beneficio alguno, es nuestra cita con la historia y debemos acudir a ella, no vamos a restregarles los problemas al presidente Abinader, cuando sabemos que la mayoría no son culpa de su gestión, y acusarlo a sabiendas de que no es responsable de los mismos es politiquería y lo menos que espera la ciudadanía es eso de sus organizaciones políticas.

Es un imperativo de la coyuntura en que vivimos actuar en función de los sagrados intereses nacionales, y tratar de hundir al país por diferencias partidarias es el peor de lo desatinos, por ende reconociendo las buenas intenciones del presidente Abinader, esperamos colaborarle, para que dichas intenciones se conviertan en acciones con la cual se logren realizaciones. Es momento de asumir nuestro papel y cada ciudadano debe ayudar para que las cosas salgan bien en provecho de la patria.

¡Y a la Patria no se le ponen condiciones!