Mi sentir
Por Balbueno Medina
Los líderes de los Partidos Políticos de la República Dominicana deberían de promover una cumbre para tratar todo lo concerniente al comportamiento de estos frente a la sociedad, en momentos en que cunden los cuestionamientos sobre el manejo de los mismos.
La situación en la que se han visto involucradas las Organizaciones Políticas, con asuntos del lavado proveniente del narcotráfico y las aportaciones sin control que reciben de sectores empresariales y anónimos, hacen creer que quienes les dirigen son los primeros en apañar esas prácticas ilegales y bochornosas.
La Cumbre a la que nos referimos, debería de ser bautizada con el nombre, “por el Rescate y Salvaguarda del Sistema Político de la República Dominicana” y en vez de discutirse el tema del Código Electoral que el Foro de Partidos Políticos de la República Dominicana propuso al Dialogo Nacional que se lleva a cabo en Consejo Económico y Social, también sea parte de la agenda de ese evento, por la gravedad en que se encuentran los Partidos Políticos del país.
De esa manera, se abordarían a grandes rasgos todos los temas que competen al Sistema de Partidos Políticos de la República Dominicana y los dirigentes de cada una de esas Organizaciones tendrían la oportunidad de enriquecer con sus experiencias y aportes al debate, profundo y concluyente de las propuestas que servirán de base a un relanzamiento de estas.
Hacer énfasis en el modelo de financiamiento de los Partidos Políticos y las reglas del juego electoral que habrán de producirse en los próximos torneos electorales que celebrará el país, deben ser algo fundamental a tomar en cuenta en la Cumbre por el Rescate y Salvaguarda del Sistema de Partidos Políticos de la República Dominicana, porque esos son los aspectos que más se les ha cuestionado la sociedad dominicana a las Organizaciones Políticas y a su dirigencia.
Para que eso suceda debe producirse una profunda y minuciosa reforma a las leyes de Partidos Políticos y Régimen Electoral, que garanticen el establecimiento de un nuevo Sistema Político Partidario transparente y que impida que lleguen a él fuentes de financiamientos provenientes de sectores oscuros como el narcotráfico y la mafia.
Es evidente que existe un buen ánimo en la mayoría de los integrantes de la comunidad política dominicana en buscar soluciones a los problemas que afectan a los Partidos Políticos del país y por ello se ha propuesto la discusión del Código Electoral, pero dado las implicaciones de la profundidad del mal que afecta a las Organizaciones Políticas, se hace necesario e impostergable que el análisis y solución de sus problemas se haga en un espacio más amplio en el que los actores tengan la oportunidad de producir las reformas que necesitan.
El caso Falcón, ha sido el agua que rebozo la copa, en lo que a los Partidos Políticos se refiere en la República Dominicana, porque muchos de los integrantes de esa red delictiva no solamente fueron financiadores de proyectos políticos congresuales, sino también actores principales al lograr con sus recursos mal habidos ganar curules en el Poder Legislativo del país.
Esa fue la táctica que impuso en sus años de esplendor el capo Colombiano Pablo Escobar, que luego de cansarse de financiar a los políticos y ver que finalmente no le reportaban los beneficios que él esperaba, decidió finalmente aspirar a ocupar una posición de poder en el Estado de su país para formar parte de los entes de poder en las tomas de decisiones de la nación.
Indudablemente, que, al llegar a ese estadio, hoy más que nunca se hace necesario que la dirigencia de los Partidos Políticos de la República Dominicana le ponga coto a esa situación y por la salvación del Sistema de Partidos deben unirse y tomar las medidas que corten con esa práctica,aunque eso implique la perdida de algunos beneficios, porque en realidad hay quienes han prohijado a los delincuentes por los sobornos que han recibido durante mucho tiempo.
Esa ha sido una práctica de la mayoría de Partidos Políticos, que debe terminar, porque todos han recibido dinero de fuentes dudosas y oscuras, pero ha llegado el tiempo de que los políticos que no estén claros se sinceren y sobrepongan el interés de la patria y de la sobrevivencia del Sistema de Partidos Políticos, a sus intereses para que no terminemos convirtiéndonos en otros México y Colombia, donde las redes del narcotráfico terminaron imponiendo su dominio en algunas demarcaciones de esos países.
Hagamos lo que se debe hacer para salvar a los partidos políticos y al país de las garras del enemigo misterioso del narcotráfico que sin lugar a duda ha erosionado la imagen de las Organizaciones Políticas del país y denigrado el ejercicio de la profesión más hermosa después de la filosofía: la política, como dijera nuestro padre de la Patria Juan Pablo Duarte.