Por Milton Olivo
Quizás nuestra mayor desgracia como sociedad, es la falta de conciencia de clase de los diversos sectores que conforman la sociedad. Históricamente hemos visto a los pobres apoyando políticos ricos, esperando de éstos que representen sus intereses, cuando estos representan otros.
Y el problema trasciende, inclusive, la buena voluntad del elegido. Es que la cosmovisión de la realidad de cada persona, corresponde a su clase social, su entorno, su cultura y sus aspectos relacionados. No le hable de hambre al rico, para él, eso es solo literatura. Y esa es la cuestión.
Es tiempo de detenernos y ser más observadores y estudioso de los intereses que representa cada uno. Traspasar los rostros y la simpatía e ir a lo duro, para que sector trabaja cada uno, cuáles son sus intereses, cuál es su negocio, de qué sector depende sus activos.
No es asunto de bondad o de maldad, no es que aquel, por sus intereses depender de otros sectores es enemigo, es tenerlo claro, y saber en que depender de él y que no. Es dejar de ser un sancocho, y comenzar a ser una sociedad clasista, donde cada uno defienda sus intereses.
Los intereses de los productores nacionales, son totalmente opuestos a los intereses de los importadores. Pero no son excluyentes. Lo que no podemos seguir permitiendo, por ejemplo, es que los intereses asociados a intereses internacionales, aplasten a nuestros emprendedores.
Las instituciones del Estado, no deben, ni pueden estar en manos, de sectores contrarios a los sectores emprendedores nacionales. Pues es cuando el Estado deja de ser la turbina impulsora y el arbitrio y se convierte en obstáculo y enemigo del interés nacional.
Es urgente la construcción de un tejido de agroindustrias municipales, para que RD esté en capacidad de convertir la agro producción en productos exportables, creando miles de empleos. Sería negocio para el Estado, construyéndose, convirtiendo su valor en acciones y vendiéndolas.
Si además, el Estado se propone construir todas las industrias necesarias para sustituir por producción nacional las grandes importaciones, crearíamos millares de empleos, y estaríamos creando las condiciones, para hacer realidad, una QUISQUEYA POTENCIA.
Y completaríamos, convirtiendo todas nuestras escuelas secundarias en politécnicos, nuestras canal CERTV en tele politécnico. Crear un FONDO DE APOYO A LOS EMPRENDEDORES, para facilitar crédito según la necesidad del emprendedor. Valorando más su Plan de Negocios que sus garantías.
Claro, para que todo esto sea realidad, es imprescindible establecer un sistema de justicia funcional, en otras palabras, que se establezca el imperio de la ley. Para lo que es necesario constitucionalizar la independencia del Ministerio Público, excluir políticos del Consejo Nacional de la Magistratura, y establecer el sistema de jurados en la justicia para los casos penales.
El autor es escritor y candidato a Secretario General Nacional del PRM