La sociedad dominicana ha sido resarcida con la aplicación de una condena de hasta 30 años de prisión por parte del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional a Blas Peralta, tras ser hallado culpable de asesinar al ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Mateo Aquino Febrillet.
Es justo felicitar al tribunal, integrado por Ingrid Fernández, Clara class=»text_exposed_show»>ibel Nivar y Leticia Noboa, que también condenaron al coronel Rafael Herrera Peña a cinco años, y a ocho años de prisión a Franklin Venegas y Gerardo Bautista, todos vinculados a esta lamentable tragedia.
Lo cierto es que dignidad dominicana estaba lacerada por este bochornoso asesinato y habíamos advertido que sería una herida que no sanaría hasta tanto los autores del crimen pagaran su culpa con una condena ejemplar.
La sociedad seguía de cerca la actuación de la justicia y es indudable que la decisión de este honorable tribunal ha sido muy satisfactoria.
Pero también es de rigor felicitar la labor que realizaron la fiscal Jenny Berenice Reynoso, la familia y sus abogados, las autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y la prensa nacional.
Cada uno en su espacio de influencia aporto para que en este hecho horrendo se impartiera justicia y no odio como expreso erróneamente Blas Peralta en sus débiles alegatos de defensa.
Ahora exhortamos a todos los actores que de buena fe se han involucrado en este suceso a darle el adecuado seguimiento para que la condena se ejecute.
Que este caso sirva de ejemplo para que de ahora en adelante el ejercicio político se lleve a cabo sin incurrir a la violencia.