Por Daniel García Santana
Soy una persona inclinada a ayudar a los demás y suelo dar propina por una buena atención. Sin embargo, me preocupa la cultura de las propinas obligadas que se adueña de los empleados de empresas e instituciones de servicios. A veces, por la actitud de los servidores, uno siente como si fuera obligado dar propinas a empleados a cambio de un servicio, por el cual uno ha pagado o lo hará.
Esta cultura de la propina obligada está arraigada en los car wash (lavaderos de vehículos), en los cuales la segunda vez no te quiere atender sin en alguna visita anterior no dejaste al lavador RD$100.00 o más, ya que dar menos de ese monto es prácticamente una ofensa.
Esa mala práctica se ha extendido hacia servidores de instituciones públicas. Por ejemplo, es común escuchar voceando a los miembros de un equipo de limpieza de cualquier alcaldía del país que están delante de su vivienda. Pero, por su comportamiento, ese aviso está más allá del servicio, y va encaminado hacia que le den propinas, y si no lo hace puede recibir un gesto de rechazo.
Hay empresa que han institucionalizado la propina como método de pago a los servidores. Es el caso de muchos supermercados, donde jóvenes empacan y llevan a los clientes las compras a los vehículos a cambio de propinas, ya que estos negocios no pagan, y si lo hacen es muy poco, un salario a esos jóvenes, como debe ser.
En otros negocios a donde esa práctica puede afectar el ritmo de sus ingresos, es en algunas discotecas, bares y otros centros de diversión nocturnas, donde los mozos colocan en mesas, no
definidas como VIP, bebidas de altos costos, como señal de que quienes las ocupen deben consumir bebidas de ese tipo. Esas bebidas son colocadas incluso en los bares, cuando allí suelen sentarse clientes que consumen tragos o cervezas. Sin embargo, permiten ocupar esas mesas a clientes frecuentes que dan buenas propinas o que tienen perfil de hacerlo, sin importar las bebidas que vayan a consumir.
En otros países en asunto de la propina está resuelto a través del cobro de un 10% por venta de productos. Aunque en República Dominicana los establecimientos están autorizados a cobras ese porcentaje, siempre y cuando sean consumidos en los negocios, de acuerdo a lo establecido en el artículo 228 del Código de Trabajo, eso no ha sido muy transparente.
Debemos abocarnos a controlar las propinas obligadas con el cumplimiento de la inclusión del 10% en los servicios, como dispone el Código de Trabajo, ya que esa práctica puede causar malestar a los clientes y distorsiones en los negocios.
Los propietarios de negocios deben concientizar a sus colaboradores que las propinas pueden obtenerse con el buen trato a los clientes, sin que ni siquiera así sea una obligación.
leny martinez gomez
Estoy totalmente de acuerdo, de manera especial en los restaurantes hay que pagar, si de manera obligatoria la propina un 10% de lo consumido, y aun así se te forma un ambiente de parte de quien atendió, de que hay que dejar en efectivo mas propina. en las otras situaciones expuesta en el articulo por el Sr. Garcias, no tiene desperdicio eso es lo que pasa en la realidad.