Los numerosos casos de atracos en nuestro país son incontables. Casi toda la población dominicana ha sido víctima de esta situación. El presidente Danilo Medina, a pesar de que ha designado más policías y patrullas para el cuidado de la nación, aun continua la preocupación entre la población.

Los residentes expresan el temor y la ira al no poder salir a las calles con libertad porque pueden ser despojados de sus bienes a plena luz del día. De igual forma, los que tienen negocios manifiestan que los atracadores ignoran la existencia de cámaras de vigilancia. En ese mismo orden, lo peor del asunto es que si los individuos se rehusan a ceder sus posesiones a los asaltantes, estos terminan maltratándolos y asesinándolos sin piedad alguna.

Por otro lado, son muchos los que testifican que los policías son corruptos por aceptar dinero en efectivo a cambio de que los delincuentes no sean arrestados. Por lo tanto, la ciudadanía, que en muchas ocasiones ha decidido hacer justicia por sus propias manos, se olvida de la compasión y el perdón.

En otra informacion, según un estudio realizado por CEDUCA (Centro para la Educación y el Desarrollo), tan solo el 29.4% de los jóvenes dominicanos está desempleado; esto implica de acuerdo a lo divulgado por los ciudadanos la búsqueda de dinero fácil.

Es tiempo que, de manera unánime, el Estado y la familia cumplan con el rol que les corresponde para no sigamos siendo afectados por esta triste realidad insoportable.

Yaqueisi Peguero
Estudiante de Comunicación Social