antiago.- Carlos Amarante, aspirante a la nominación presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana, proclamó que el fenecido presidente del Comité Municipal de la organización en Santiago, Ramón María Rodríguez Flores (Monchy) fue un dirigente político que no albergaba rencores, fiel al pensamiento del profesor Juan Bosch y siempre propugnó por la unidad del PLD.

 

Amarante, quien leyó el panegírico en el funeral de Rodríguez con la presencia del presidente Danilo Medina, los familiares del fallecido dirigente político y una gran cantidad de personas que asistieron al cementerio de El Ingenio, donde fue sepultado, llamó a la unidad del PLD, como era el deseo del fenecido.

 

Dijo que “bajo un manto de llanto y dolor nos congregamos en este camposanto para darle la despida física a Ramón María Rodríguez Flores, nuestro inolvidable Monchy”. Afirmó que desde su niñez éste se dedicó al trabajo en una fábrica de calzados para ayudar en la manutención del hogar paterno.

 

“No albergaba rencores. Me decía que la lucha política se tornaba muy personal en nuestro país y que él no estaba en esa línea”, indicó Amarante, quien afirmó que el fenecido dirigente peledeísta, con quien mantuvo una estrecha relación política y de amistad, había elegido estar del lado de los desposeídos, de los obreros, de los estudiantes y de la cultura popular.

 

“Simplemente decidió ser un militante en la lucha por la democracia, la justicia social y el progreso de su pueblo”, afirmó.

 

Definió a Monchy Rodríguez como un hombre inteligente, decidido, con valor y una capacidad de trabajo que no abunda en estos días. Agregó que estas virtudes le ayudaron a ser promovido rápidamente en el Partido, ocupando posiciones de dirección desde muy joven hasta ser elegido miembro del Comité Central del partido y luego presidente del Comité Municipal de esta ciudad de Santiago.

 

Reveló que trabajó muy de cerca con el dirigente fallecido, “y sé que todos los que le conocieron en el PLD estarán de acuerdo en su responsabilidad en el cumplimiento de las tareas asignadas, de su incansable vocación al trabajo fuerte en la base de la organización. Fue un militante de resultados”.

 

Le atribuyó capacidad, una sólida  formación política y un fino olfato político para trazar planes y estrategias, cualidades que lo convirtieron en uno de los líderes más importantes del partido en Santiago, en la región y del país.

 

Recordó que a la corta edad de 12 años, Monchy Rodríguez inició su vida laboral como operario en la industria del calzado, su militancia en movimientos de izquierda en su época de estudiante, dirigente clubístico y su ingreso en uno de los círculos de estudios del PLD en 1979.

 

A Monchy le sobreviven su esposa Eugenia Fernández  (Nena), sus hijos Candy, Hamlet, Erick, Witman y varios nietos. Su cadáver estuvo expuesto desde este miércoles en la funeraria Blandino, desde donde fue llevado a la Catedral de Santiago, donde se le hizo una misa de cuerpo presente y de ahí sepultado en el cementerio de El Ingenio.

 

Con motivo de su fallecimiento, el presidente Danilo Medina decla