Ronel De La Cruz, MBA
La participación de los/as jóvenes en el desarrollo del país es esencial, para que este pueda superar con éxitos los desafíos actuales a los que se enfrenta, en una sociedad cada vez más competitiva y desigual pese al supuesto incremento de los índices económicos.
En la política, como una paradoja injustificable, a menudo los/as jóvenes son excluidos/as o no tomados/as en cuenta como corresponde debido a la errónea creencia de que esta ciencia es exclusiva para hombres y mujeres con “experiencia” ignorando, precisamente, que la mejor forma de adquirir experiencia debe ser a través de la participación directa en una actividad determinada.
Lo que está pidiendo la juventud es ocupar con responsabilidad su papel en la política y por ende en el desarrollo de la sociedad, con el genuino deseo de cambiar las cosas e integrar nuevas fórmulas, que no sean las convencionales, que han hecho de la política un mercado de empleos, en donde se busca una posición para satisfacer los intereses personales, olvidando completamente el interés general de la nación.
No es fácil guiar a grupos de jóvenes y hablarles de que participen en política en un país en donde la mayoría de personas está desencantada de los políticos y donde la justicia es solo para las clases pobre que en lugar de ser las más protegidas por el sistema de justicia, resultan ser la más vulnerables.
Los viejos robles de la política deben, sin necesidad de sentirse amenazados, fomentar el empalme generacional buscando en la juventud talentos inteligentes, que sepan identificar y solucionar problemas, que puedan ser opciones de calidad y experiencia para poder colocarse en los puestos de envergadura, objetivo difícil de conseguir, no es exclusivamente en el ejercicio político sino en todas las actividades humanas.
Los jóvenes son el pilar fundamental en la construcción de cualquier sociedad y debemos de empezar por dejar de negarles la oportunidad de emprender carreras políticas genuinas que pueden aportar mucho al país y al desarrollo de una nueva ola de dirigentes políticos a todos los niveles.
Esto es impostergable pues debido a esta actitud la población más joven tiene otros intereses y está desviando su atención y su talento a otras áreas donde sí se les está dando la participación que se merecen.