El presidente Donald Trump postergó ayer la reunión que iba a tener con el subsecretario de Justicia Rod Rosenstein, en medio de conjeturas de que Rosenstein sería despedido ante versiones de que hizo comentarios críticos contra el mandatario.
La vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, precisó que Trump habló con Rosenstein “hace unos minutos” y que se decidió postergar la reunión para la próxima semana, a fin de evitar que interfiera con las audiencias sobre las denuncias de agresión sexual lanzadas contra el nominado de Trump para la Corte Suprema, Brett Kavanaugh.
“Ellos no quieren hacer nada que pueda interferir con la audiencia”, dijo la portavoz.
La suerte de Rosenstein es incierta dadas versiones del diario New York Times de que había insinuado grabar subrepticiamente al presidente y emplear una cláusula de la Constitución que permite la destitución del jefe de Estado.
Trump aseguró el día anterior que Rosenstein habló con él y le dijo que lo que decían esas versiones no era cierto.
El presidente dijo además que “definitivamente preferiría no” despedir a Rosenstein, quien supervisa la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. Su destitución pondría en peligro esa pesquisa y crearía una enorme controversia política.