El índice de precios al consumidor (IPC) de China, principal indicador de la inflación, aumentó un 2,2 % interanual en noviembre, tres décimas menos que en octubre, cuando el alza había sido del 2,5 % interanual, anunció hoy la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
El estadístico de la ONE Sheng Guoqing señaló que se ha registrado una caída en la tasa de crecimiento de la inflación respecto al mes pasado, con una disminución del 0,3 % frente a la subida del 0,2 % de octubre, algo que atribuyó principalmente a la caída de los precios alimentarios.
En términos interanuales, no obstante, uno de los impulsores del avance del IPC sigue siendo el precio de los alimentos, que subió un 2,5% respecto a noviembre de 2017.
Los protagonistas de este ascenso fueron el precio de la fruta (13,5 %), el de las verduras frescas (5,2 %) y el de los huevos (1,5 %); en materia de carne, el precio del cordero fue el que más creció en términos interanuales (10,9 %), seguido de la ternera (5,5 %) y el pollo (4,5 %).
Sin embargo, la carne de cerdo -afectada por el impacto de los recientes casos de fiebre porcina en el país- cayó un 1,1 %.
Mientras, los productos no alimentarios experimentaron una apreciación del 2,1 %, con protagonismo destacado de los precios de la gasolina (12,8 %) y del diesel (14,2 %), con avances muy superiores a los de los servicios de educación (2,5 %), de sanidad (2,6 %), y a la vivienda (2,4 %).
La institución divulgó también hoy que el índice de precios a la producción (IPP), que mide la inflación mayorista, subió un 2,7 % interanual en noviembre, un dato menor al crecimiento del 3,3 % que había registrado este indicador en octubre.