La primera ministra británica, Theresa May, reafirmó este domingo que está “determinada” a aplicar el Brexit en la fecha prevista del próximo 29 de marzo, y a obtener concesiones de la Unión Europea (UE) en el acuerdo de separación, pese al rechazo de Bruselas a una nueva negociación.
“Estoy determinada a implementar el Brexit y a implementarlo a tiempo, el 29 de marzo de 2019”, escribe May en una tribuna publicada en el diario The Sunday Telegraph.
May descarta así la posibilidad de aplazar el Brexit, como lo sugirieron varios responsables políticos en los últimos días, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, o el de Comercio, Liam Fox.
La primera ministra reafirmó asimismo su voluntad de volver a negociar con la UE, para lograr una solución que obtenga mayoría en el Parlamento, tanto entre “brexiters” como entre eurófilos.
“Cuando regrese a Bruselas, lucharé por Gran Bretaña e Irlanda del Norte, dispondré de un nuevo mandato, de nuevas ideas y de una determinación renovada para acordar una solución pragmática que ponga en marcha el Brexit”, insistió May.
Tras el claro rechazo, a mediados de enero, del acuerdo de divorcio negociado con la UE, los diputados adoptaron el martes una enmienda pidiendo “arreglos alternativos” a las disposiciones relativas a la “salvaguardia” (o “backstop”), cuyo objetivo es evitar que se vuelva a instaurar una frontera física entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Esta cláusula, muy controvertida, prevé una unión aduanera entre Reino Unido y la UE, y -además- para la provincia británica de Irlanda del Norte un alineamiento con ciertas normas europeas en materia sanitaria y fiscales.
Los diputados británicos, en especial los “brexiters”, consideran que conducirá a un amarre permanente de su país a la UE.
Tras votarse esta enmienda, May dice querer reabrir las negociaciones con la UE con la esperanza de evitar un Brexit sin acuerdo. La UE se opone tajantemente a reabrir negociaciones.