Participación Ciudadana (PC) encarece a todos los sectores políticos y sociales que abandonen, al menos por ahora, el debate de reformas constitucionales precipitadas por intereses particulares y coyunturales que tanta incertidumbre y estrés ha ocasionado a la sociedad dominicana en los últimos meses.

La nueva propuesta de 11 puntos para reformas a la Constitución de la República formulada por los dirigentes reformistas Federico Antún y Rogelio Genao, y respaldada por el expresidente Hipólito Mejía, es al menos inoportuna, y debe ser rechazada bajo las siguientes consideraciones:

1.- Porque una propuesta de 11 puntos de reformas constitucionales, si ha de ser emprendida con responsabilidad y madurez política, implica consultas y búsqueda de consenso imposibles de lograr cuando al inicio de la próxima legislatura sólo faltarán seis semanas para las elecciones primarias que acapararán la atención nacional.

2.- Porque una reforma constitucional que pretenda sentar principios de largo alcance y trascendencia, debe ser emprendida fuera de la coyuntura preelectoral en que ya está el país. Sobre todo, si dentro de 9 meses será renovada la matrícula del Congreso, y porque la mayoría de los actuales legisladores fueron responsables de la amplia reforma constitucional del 2010 y de la muy coyuntural del 2015.

3.-Porque la sociedad dominicana tiene pendiente múltiples asuntos, incluso legislativos, que merecen toda la concentración, entre ellos los de la salubridad, con la implementación del modelo de atención primaria, la reforma del Sistema Nacional de Seguridad Social, y la atención al equilibrio fiscal y las recientes sombras sobre el turismo y el crecimiento económico.

4.- No descartamos que algunas de las reformas propuestas puedan ser razonables y hasta necesarias, pero evadiremos caer en la distracción de exponerlas por el momento. Lo que sí podemos adelantar de las propuestas es que es absolutamente improcedente e incoherente que, mientras por un lado se acepte que el modelo actual de dos períodos constitucionales y nunca más para los presidentes de la República, es el correspondiente, preferido en diversos momentos por el presidente Danilo Medina y los expresidentes Leonel Fernández e Hipólito Mejía, al mismo tiempo se proponga habilitar al actual mandatario para que pueda volver a postularse, justo cuando concluye el segundo período y nunca más que marca la actual Constitución. No habría fuerza moral para impedir que otros, cuando lleguen a la misma circunstancia, reclamen también que su obra de gobierno les hace merecedores para otra reforma constitucional.

5.-Comienza por dividir al mismo partido de los proponentes, por cuanto ya otros dos dirigentes reformistas, Eddy Alcántara y Guillermo Caram, han adelantado su rechazo y afirman que la propuesta no fue aprobada en ningún órgano directivo del PRSC, un partido ya de por sí afectado por divisiones en los últimos años. Prolonga la crisis interna en el partido gobernante, el de la Liberación Dominicana (PLD) donde un sector es opuesto terminantemente a que por ahora se toque la Constitución de la República. Traspasa el estrés al mayor partido de oposición, el Revolucionario Moderno (PRM), donde numerosas voces se han levantado para plantear la improcedencia de la reforma en la coyuntura actual.