TOKIO.- Escocia arrolló este miércoles a Rusia por 61-0 en el Mundial de Rugby de Japón, en un encuentro con mucho contacto disputado en la ciudad de Shizuoka, que mandó a los rusos a casa sin haber ganado ningún partido en la competición japonesa.
Los rusos interpretaron bien su guión, jugando corto y machacando la delantera, pero en campo contrario, y no lograron seguir el ritmo de los del Cardo, que anotaron su primer ensayo (5-0) en el minuto 13, con un quiebro de Adam Hastings, que consiguió pasar entre cuatro contrarios y confirmó con facilidad la conversión.
El apertura escocés mantuvo el buen ritmo y, pocos minutos después, aprovechó su propia patada en zona de marca rusa y un traspiés del capitán Vladimir Ostroushko para realizar un doblete (12-0), con conversión nuevamente positiva.
La sólida y bien organizada defensa escocesa y el peligro generado por sus contras hicieron imposible que Rusia, que no quiso salirse del guión ni pese al claro control escocés, levantara cabeza.
El tercer ensayo de Escocia no se vio venir. Los rusos ganaron su propio lineout en su línea de cinco metros, pero el medio scrum escocés George Horne interceptó el pase de Dmitry Perov, y sólo tuvo que dejarse caer sobre la línea de marca para lograr el try (19-0). Confirmó nuevamente Hastings con conversión.
Escocia ya dominó la primera parte, que concluyó con 21-0.
Los del Cardo volvieron al terreno de juego dispuesto a seguir con su monólogo, y en el minuto 44 confirmaron su dominio con un nuevo ensayo de Horne (26-0) después de recibir el oval del ala izquierdo Darcy Graham tras escaparse de cuatro defensores rusos. La conversión fue obra una vez más del apertura Hastings.
Rusia descuidó demasiado el fondo, poniéndoselo fácil a los escoceses, que realizaron su quinto ensayo en el minuto 50.
Esta vez fue el hooker George Turner quien rompió la trasera de los rusos y se estrelló sobre la línea (33-0), realizando el primer try para su selección fuera de Norteamérica y el quinto de su carrera internacional, con conversión positiva.
El sexto ensayo de Escocia llegó cinco minutos después, en el 55. El ala derecho Tommy Seymour (40-0) aprovechó un excelente puntapié del full back Blair Kinghorn y alcanzó el oval antes de que saliera en la esquina. Hastings, de pie impecable, confirmó la conversión.
En una buena jugada en equipo, Horne anotó su hat-trick (47-0) tres minutos después, un punto bordado que no pudo confirmar Hastings, en la que marcó su única conversión fallida del encuentro.
El capitán escocés, John Barclay, sumó el octavo ensayo de la velada (52-0) tras recibir un pase corte en el centro del campo y atravesar la defensa rusa y pasar por debajo de los postes. Hastings volvió a hacer su magia y anotó la conversión.
Cuando parecía que la cosa no podía ir más allá, Hastings dirigió un pase largo hacia Stuart McInally, que aprovechó la oportunidad para marcar en la esquina el noveno ensayo (59-0) del encuentro, al que Hastings sumó dos puntos más con conversión (61-0).
El apertura escocés se quedó con las ganas de hat-trick y con el tiempo ya cumplido intentó un ensayo que fue finalmente anulado.
La victoria de este miércoles de Escocia lo convierte en el equipo en lograr el mayor número de victorias dejando a cero a su rival en una Copa Mundial, cinco, y en el primero en hacerlo en dos encuentros consecutivos, tras derrotar a Samoa por 34-0.
La selección tiene pendiente todavía un encuentro con el anfitrión que, si el paso de un tifón previsto para este fin de semana no lo evita, tendrá lugar el domingo en la ciudad de Yokohama.
Para Rusia, el encuentro de hoy ha supuesto su marcha del Mundial sin haber ganado ningún encuentro y habiendo sido capaz de anotar sólo un ensayo, en el partido inaugural frente a Japón.