La planificación constituye una de las herramientas más importantes con que cuenta un país para lograr el desarrollo sostenido y sostenible.

El desarrollo planificado permite introducir en la producción de manera más rápida y efectiva la ciencia y las técnicas de última generación en la transformación de los recursos materiales, financieros y laborales en beneficio de la sa class=»text_exposed_show»>ociedad.

En consecuencia, este recurso posibilita desarrollar la economía del país en conformidad con un propósito determinado de antemano.

En definitiva, la planificación es un instrumento imprescindible para coordinar, implementar y dar seguimiento a la estrategia de cambio estructural en toda economía.

América Latina y el Caribe ha adolecido de este instrumento de desarrollo y por eso nuestros países están a la saga respecto a otros países avanzados y la Republica Dominicana no es la excepción.

En vez de dedicarse la concebir una estrategia nacional de desarrollo a largo plazo nuestros políticos han gastado el tiempo en campañas electores constantes e incesantes.

Y por eso, a pesar de nuestro sostenido crecimiento económico no hemos logrado ser una sociedad avanzada, en cambio somos una sociedad con una gran deuda social.
La idea de unificar las elecciones presidenciales y las congresuales fue la de disminuir el activismo electoral para que los políticos se concentraran en gobernar y en planificar.

Para la mala suerte de nuestra democracia y nuestra economía en la práctica no ha sido así. hemos seguido mal gastando tiempo, energía y dinero en inagotables contiendas electorales
Por eso debemos lamentar y hasta deplorar que antes de cumplirse el 25% del segundo periodo de gobierno del presidente Danilo Medina ya haya cabezas desatinadas y obnubiladas de poder promoviendo la reelección.

Ante tal locura, ante tal irresponsabilidad política, lo único que puedo decir es ,!Pero qué barbaridad, pero por Dios, por el bien de nuestro país, entiendan que ahora no estamos en una época electoral, ahora es tiempo de gobernar, de planificar.