La canción A mi manera fue inspirada melódicamente de la versión original francesa Como siempre, de los autores Claude François y Jacques Revaux; pero en el idioma inglés, la letra es de la composición de Paul Anka, aunque interpretada, grabada y popularizada en el 1969 por Frank Sinatra; de ahí que a muchos de nosotros al hacer algo con “sello propio” y repetir la expresión “a mi manera”, el nombre que nos llegue a nuestras mentes sea el de Sinatra y no el de sus autores o inspiradores originales.
Trasladando el caso de la canción A mi manera
En diversos informes oficiales y periodos de tiempo, han dado cuenta de la adecuada efectividad recaudatoria medida por la comparación entre lo estimado y lo recaudado, al punto que sitúa al referido indicador en el punto mínimo de un 95.0 % y al máximo hasta de un 114.0 %; y para diciembre de 2017 en un 99.0 %. Partiendo de la validez de esos resultados podríamos preguntarnos: ¿Cómo explicar que la evasión del ITBIS en el 2003 era de un 43.0 %, en el 2008 de un 25.0 % y en la actualidad, 15 años después, de nuevo el 43.0 %, y la del ISR que ronda el 62.0 %.
El grado de efectividad de la recaudación del ISR durante el periodo 2008-2017 es de un 98.7 % de promedio anual y la del ITBIS una media por año de un 101.6 %; a ambos se les podría considerar como de efectividad alta; sin embargo, casi en ese mismo lapso de tiempo, la evasión de los dos tipos de impuestos ha crecido en forma importante.
Amparado en el crecimiento de la economía que posibilita la expansión de la recaudación, resulta difícil, si no imposible, entender que se puede ser eficientes en términos de recaudación tributaria, ante un panorama de aumento de la evasión impositiva. Pese a esa contradicción, lo dicho siempre ha sido el discurso. Una primera explicación de tipo apriorística que podría ser racional, para entender que lo recaudado se aproxima a lo estimado o lo supera: sería la de subestimar las proyecciones, ante el entendido de que resulta imposible e ilógico estimar un aumento en la evasión.
Si la explicación al fenómeno descrito no se encuentra por el lado de la subestimación de la recaudación, una segunda posibilidad podría buscarse por el lado de la imprecisión metodológica de la cuantificación de la evasión; pues no resulta racional que una variable observable como la recaudación sea exitosa, mientras que la medición de la evasión, como variable no observable, crezca a niveles que no afecten al grado de efectividad de la recaudación tributaria.
Me inclino a pensar que la evasión no alcanza los altos niveles que se le atribuyen: de ser lo contrario, es decir, que es mucho más alto hoy que ayer y de que estaríamos frente a un aumento de las actividades ilícitas dentro del sector formal de la economía, al tiempo de un duro revés para la eficiencia de la administración tributaria nacional; a no ser que en un afán por justificar la no necesidad de un pacto fiscal, se prefiera sobreestimar la evasión, para luego bajarla y, entonces, celebrar el éxito; prefiero descartar esa posibilidad.
Cualquiera de los dos casos enunciados precedentemente estos podrían ser hechos a la manera de Paul Anka, que equivale a decir a mi manera de Frank Sinatra, logrando así su efecto: a mi manera de calcular la evasión tributaria o a mi manera de calcular la efectividad tributaria. De resultar así, estamos frente a la posibilidad que el efecto Sinatra sobre los impuestos se expanda hacia otros eventos de la economía dominicana, en caso de que acontezca; ojalá que sea por el lado positivo del impacto.