BEIJING. China anunció el fin a los límites a las inversiones extranjeras en la fabricación de automóviles, seguros y otros sectores, pero no respondió directamente a quejas sobre comercio y tecnología que alimentan el conflicto con Washington.
El cambio, anunciado el jueves por la noche, había sido buscado por Estados Unidos, Alemania y otros socios comerciales. Ellos se quejan de que Beijing bloquea el acceso a su economía estatizada mientras que empresas chinas operan libremente en sus países.
El anuncio de China se produce después de la amenaza del presidente estadounidense Donald Trump, rescindida el miércoles, de restringir las inversiones chinas en Estados Unidos. Pero confirmó promesas hechas en noviembre, antes del estallido de la nueva disputa.
Grupos empresariales dijeron el viernes que es demasiado pronto para saber el impacto de la decisión, hasta que se den a conocer las normas de licencias y otras reglas.
Muchos cambios “fueron articulados previamente por los principales líderes de China”, dio Jake Parker, vicepresidente de operaciones en China del Consejo de Negocios EEUU-China, un grupo industrial. “Pero aun así representan en teoría una apertura significativa”.
El anuncio no incluye cambios que respondan directamente a las quejas estadounidenses de que Beijing se roba o presiona a empresas extranjeras para que le entreguen tecnología.
Trump ha amenazado con imponer aranceles de hasta 25% en unos 450.000 millones de dólares en productos chinos. Beijing dice que responderá con sus propios aranceles, avivando temores de una disputa que pudiera obstaculizar el comercio global y el crecimiento económico.
El gobernante Partido Comunista insiste en hacer cambios a su propio paso al tiempo que sigue adherido a una estrategia de desarrollo industrial manejado por el estado que ve como un sendero hacia la prosperidad y la influencia global.