Chipper Jones, Allan Trammell, Vladimir Guerrero, Jim Thome y Trevor Hoffman fueron oficialmente exaltados al Salón de la Fama del Béisbol, en la tarde de este domingo, en Cooperstown Nueva York.

El primero de los inmortales en hablar fue el 8 veces all star Chipper Jones, con emotivas palabras, habló de lo difícil de haber llegado a las Mayores y de como su dirigente Bobby Cox creía más en él que en él mismo. También habló de lo importante que ha sido su esposa y la calificó como “la reina de mi castillo”. Luego, el ganador de una Serie Mundial y Jugador Más Valioso de la Liga Nacional contó la anécdota del día que conoció a Mickey Mantley y que hoy día no puede creer que esté al lado de esas figuras que para él son inalcanzables.

Luego del discurso de Chipper le siguió Allan Trammell, campo corto de los Tigres de Detroit en la década de los 70 y 80 y después de haber hablado vino el discurso más esperados por todos los dominicano, el de Vladimir Guerrero.

La Tormenta de Don Gregorio comenzó su discurso dándoles las gracias a Dios y dijo “antes no hablaba mucho y decía que mi bate hablaba por mí, pero ahora tengo que hablar ya que no estoy jugando”. El discurso del ex jardinero de los Angelinos fue bien breve ya que solo se limitó a dar las gracias a su familia, a las personas que lo han ayudado a lo largo de su carrera, a los equipos con los cuales jugó y por último a su comunidad de Nizao en Baní al sur de la República Dominicana.

Vladimir Guerrero es apenas el tercer jugador dominicano y el primero de posición en la historia del béisbol de liga grande en ser exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown; el primero en hacerlo fue Juan Marichal (1983) seguido de Pedro Martínez (2015) ambos lanzadores. El Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown es considerado como el más exigente de incluir a miembros en todo el mundo.