Editorial 25-9-2017

La Republica Dominicana está sintiendo del paso de los Huracanes Irma y María que a  pesar de no haber  tocado directamente la isla ha dejado una estala de damnificados, y pérdidas materiales importantes.

Sin embargo, los estragos causados por estos fenómenos en Puerto Rico y  las islas del Caribe, principalmente Antigua y Barbuda, San Bartolome, San Martin y Cuba han sido devastadores.

La situación de México es peor,  un sismo de 8.2 grados y dos terremotos de 7.1 grados en la escala de richter, con decenas de réplicas, no solo han destruido la infraestructura sino que cobraron cientos de vidas.

El problema en Puerto Rico es que desde hace un tiempo esta imbuido en una crisis económica que le incapacita para enfrentar esta situación en términos financieros, por suerte  la ayuda prometida desde Washington ha empezado a llegar, además de que varios países incluyendo la Republica Dominicana están apoyando de una u otra forma a la isla del encanto.

Los fenómenos naturales como tormentas, huracanes, ciclones, inundaciones y terremotos son cada vez más frecuentes y más poderosos, lo que está poniendo en peligro la estabilidad, social, política y económica de las naciones impactadas, e incluso están poniendo en riesgo la vida misma.

Tal y como dijo recientemente el presidente Danilo Medina, ya es tiempo de que los líderes del mundo actúen para detener el calentamiento global.

Lamentablemente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la salida del país norteamericano del Acuerdo de París, un tratado internacional que busca regular las emisiones de gases de efecto invernadero, las cuales son las causantes del aumento global de la temperatura.

La actitud del presidente estadounidense dificulta que los líderes del mundo se puedan poner de acuerdo para parar el deterioro del ecosistema mundial.

Según los expertos, este aumento gradual de la temperatura de la Tierra es el principal causante de toda una serie de desastres naturales como el deshielo de los polos, el incremento de las inundaciones en muchas regiones del mundo y la desecación de áreas que años atrás eran fértiles.

Rezamos por que los intereses geopolíticos y geoeconómicos se pongan al margen del equilibrio ecológico mundial para que la producción industrial no destruya a la humanidad.

Un abrazo solidario a nuestros  países hermanos en estos momentos de dolor y por supuesto nuestra solidaridad a todos los dominicanos en estos momentos de ansiedad por el paso de Irma y María.