El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, anunció esta noche el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China.

«Anuncio que mi gobierno ha tomado la decisión de romper las relaciones diplomáticas mantenidas hasta este día entre El Salvador y Taiwán y establecerrelaciones diplomáticas con la República Popular China», dijo el mandatario en su anuncio.

Se conoció además que el canciller, Carlos Castaneda, junto con el primer designado a la presidencia, Medardo González y el secretario para asuntos jurídicos de la presidencia, Francisco Alvarado, se encuentran en Beijing cumpliendo la misión oficial. Cerén dijo que de esta forma el país centroamericano se une a 177 países que han aprobado la resolución de Naciones Unidas que reconoce la existencia de una sola China.
«Taiwán forma parte inalienable del gobierno chino», dijo el mandatario. La decisión es histórica y tomó por sorpresa a la opinión pública, pese a que en las últimas semanas la embajadora estadounidense Jean Manes había advertido sobre el riesgo de una alianza con china.

EE.UU. advierte relación con China
Tras conocerse el anuncio el senador Marco Rubio, advirtió que «sería un error terrible para el gobierno de El Salvador reconocer diplomáticamente a China». Además, aseguró que causará un daño a la relación con EE.UU. «incluyendo su papel en Alianza para la Prosperidad». Rubio aseguró: «Tal vez piensan (en alusión al gobernante FMLN) que China $ ayudará a que el partido gobernante gane elecciones en 2019».

El 9 de julio la diplomática dijo que su país ve con preocupación el interés de China en El Salvador. La funcionaria primero hizo comentarios en la entrevista matutina «Frente a Frente» -y más tarde insistió en el tema en un foro empresarial- donde advirtió de las «consecuencias» que genera la llegada de capital de ese país.

El Salvador es uno de los pocos países en Latinoamérica que no tiene relaciones diplomáticas con China, pero es un gran aliado de Taiwán, país que es visto por Beijing como una provincia rebelde. “Como Estados Unidos estamos preocupados por la intervención de China en la región, específicamente en El Salvador. China está tratando de encontrar puntos débiles, hay que tener los ojos abiertos a lo que está pasando”, manifestó la diplomática que advirtió que el puerto no solo tiene un interés logístico, sino geopolítico. Según Manes, el interés de China no es sólo por el Puerto, sino penetrar militarmente en Centroamérica y El Caribe, utilizando las debilidades de estos países.

El sector empresarial de El Salvador reaccionó y recomendó al gobierno tener cuidado para no tomar parte de una guerra comercial donde el país centroamericano podría salir perjudicado. Washington y Beijing están enfrascados en una escalada comercial por el establecimiento de aranceles por parte de la administración Trump a la manufactura China, una situación que tiene nerviosos a los mercados globales por el alcance de las medidas, que han encendido alarmas incluso de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional.