El movimiento se sintió con fuerza en Caracas y obligó a la evacuación de edificios. El epicentro se ubicó 20 kilómetros al nornoreste de Yaguaraparo
El fuerte terremoto que sacudió el martes por la tarde a la nación sudamericana interrumpió una concentración en apoyo al presidente Nicolás Maduro y provocó la evacuación de decenas de personas de hogares y oficinas.
El terremoto de 7,3 grados -según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos- tuvo una profundidad de 123.2 kilómetros y el epicentro se ubicó 20 kilómetros al nornoreste de Yaguaraparo, en el estado de Sucre, donde en 1997 ocurrió un sismo de siete grados que dejó unos 73 muertos.
El terremoto sintió con mayor fuerza en el norte del país, en varios puntos de Caracas y los estados Miranda, Carabobo, Aragua, Zulia, Anzoátegui, Sucre y la isla de Margarita. Decenas de personas debieron de abandonar sus residencias y oficinas. Muchos permanecían en la calle mientras las autoridades les permitían reingresar.
«Las muchachas lo empezaron a sentir y bajaron corriendo y se sintió incluso en las escaleras», dijo Jonathan Cuberos, de 39 años, gerente de un comercio en la urbanización de La Castellana.
El ministro del Interior, Néstor Reverol, dio un mensaje al país pocos minutos después del terremoto y dijo que no había reportes inmediatos de daños ni de víctimas. Asimismo, anunció la activación de todos los cuerpos de emergencia y de Protección Civil en todos los estados de la nación petrolera sudamericana.
Más tarde, en una nueva declaración, Reverol afirmó que el terremoto ha dejado daños a algunas edificaciones.
«Hay algunas fallas estructurales en algunas edificaciones», dijo el ministro sin más detalles al canal estatal VTV en su segundo balance desde que se produjo el movimiento telúrico cuya magnitud, explicó, fue recalculada con sensores más próximos al epicentro.
Reverol señaló que la llamada torre financiera Confinanzas, ubicada en el centro de Caracas, se inclinó un «25 por ciento» en los pisos superiores, una aseveración que Efe pudo constatar.
Esta estructura abandonada, conocida como la Torre de David, estuvo habitada hasta hace años ilegalmente por familias que fueron desalojadas por el Ejecutivo.
El ministro reiteró que no ha habido fallecidos ni lesionados por el sismo.
«Lo sentimos más de dos minutos, nos mareamos muchísimo, las lámparas se movieron, pero no hay daños en las zonas cercanas», dijo Rosymer Rodríguez, una periodista de la ciudad oriental de Cumaná, capital del estado Sucre.
«Todavía hay gente en las calles, hay gente que está preparando bolsos por si acaso hay una réplica», agregó a Reuters.