Editorial 4-9-2017
La madrugada del pasado domingo la comunidad periodística ha sufrido una pérdida irreparable.
Se trata del Fallecimiento el veterano periodista Leo Hernández (La Pipigua), un colega que contaba con el aprecio de todos los comunicadores de cualquier época, debido al trato afable y respetuoso que dispensaba a todo aquel que lo solicitaba.
El dolor y la pena hace más grandes si tomamos en cuenta que al momento de su deceso lucia con muy buenas condiciones de salud, pero como un ladrón en la noche su muerte llego cuando veía televisión un su hogar.
En su dilatada carrera como periodista del ámbito político Leo Hernández trabajó con influyentes políticos dominicanos entre ellos el profesor Juan Bosch y ocupo posiciones importantes posiciones distintos medios de comunicación en en el Estado dominicanao.
Fue director de comunicaciones del Ministerio de Hacienda, en la gestión de Vicente Bengoa.
Ciertamente la Pipigua fue buen amigo y buen ser humano y gran profesional de la comunicación.
Paz a su alma y resignación a sus familiares y amigos, entre los cuales me incluyo, porque de las personas que recibió un trato afable y respetuoso cuando le solicite algún tipo de ayuda o favor.