NUEVA YORK. Tiempo atrás, cuando Serena Williams, con 16 años y Venus Williams, con 17, se enfrentaron en el circuito por primera vez, en el Abierto de Australia de 1998, nadie se imaginó que ponía en marcha una rivalidad que iba a durar dos décadas.
La realidad es que Serena medio que lo pronosticó.
“Lo que acaban de presenciar es algo que sin duda se verá en el futuro”, dijo tras perder ante Venus entonces.
Y aquí están: Williams vs. Williams, capítulo 30.
Cuando las dos hermanas se midan en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos la noche del viernes en el estadio Arthur Ashe, será su enfrentamiento más prematuro en un Grand Slam desde ese primer duelo hace 20 años. Y a lo largo de su notable trayectoria en el tenis, con todos sus trofeos y las semanas en el primer lugar del ranking, lo han hecho agarradas de la mano.
Ambas fijándose metas. Ambas ayudándose en los entrenamientos y dándose aliento.
“Sé que cuando juego contra ella, tengo que jugar mi mejor tenis. Ella también. Es lo que nos motiva para el torneo. Es lo que marca el tono para nosotras”, dijo Serena, quien cumplirá 37 años en menos de un mes.
“Nos exigimos para poder alcanzar lo mejor que podemos ser”, respondió Serena. “Ser Venus y Serena Williams”.
Serena aventaja 17-12 en el historial entre ambos, al frente 10-5 en los Grand Slam. Han disputado nueve finales en los majors, con Serena también arriba por 7-2.
La historia de las hermanas es única, siempre admirable.
Dos niñas que se formaron bajo la tutela de sus padres para reinar en su deporte. Serena ha ganado 23 títulos de Grand Slam, Venus siete. Ambas alcanzaron el primer lugar del ranking. Abrieron una nueva era en el tenis femenino, con estilo fundamentado en la potencia en sus saques y tiros, además de cubrir toda la cancha.
“Llevan tanto tiempo cargando la antorcha. Venus y Serena ha sido modelos increíbles de nuestro deporte e inspiran a tanta gente”, dijo Kathy Rinaldi, la capitana del equipo de Estados Unidos en la Copa Federación, atribuyéndoles “mucho del crédito” por el surgimiento de nuevas figuras en el país como Sloane Stephens, la campeona del US Open en 2017, y Madison Keys, la subcampeona del año pasado.
Amén a ello, se han convertido en íconos culturales y mujeres que marcan pauta en la moda. También ha alzado la voz sobre diversas temáticas, como la defensa de Venus a favor de una repartición equitativa de premios en el tenis y lo que Serena reveló recientemente sobre su emergencia médica tras dar a luz y sufrir de depresión posparto.
“Es increíble lo que han logrado”, dijo Andy Murray, campeón de tres grandes. “Por supuesto que ha habido otros hermanos y hermanas que han tenido fantásticas carreras en el tenis, pero nadie se acerca a lo que ellas han logrado. Me sorprendería que algo así se repita otra vez”.