SANTO DOMINGO. La electa presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) dijo ayer que si el Ministerio de Educación cumple con su responsabilidad, el tema de la protesta se reducirá significativamente.

Xiomara Guante es la cuarta mujer que presidirá el sindicato, logro que obtuvo en su cuarto intento. Ella comparte con los lectores de Diario Libre algunos de los lineamientos en los que enfocará su gestión.

—¿Qué puede esperar los maestros de su gestión frente a la ADP?

Nosotros compartimos con el magisterio nacional en nuestro recorrido la propuesta fundamental de lo que será nuestra gestión aquí en la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), enmarcada en tres ejes fundamentales: el primer eje es la recuperación de la esencia misma de la ADP que el magisterio nos expresaba constantemente que sentía que la esencia de lo que ha sido la ADP históricamente se ha ido perdiendo.

El segundo eje es la recuperación o la protección de conquistas que sentimos que corren un grave peligro y que podrían desaparecer, como es el Seguro Médico de los Maestros (SEMMA) con muchas dificultades por un tema que tiene que ver con malas administraciones anteriores a la que tiene ahora y de ahí viene la situación, y otro tema de dejadez, si se quiere, de lo que fue la dirección de la ADP, como miembro del Consejo Administrador del SEMMA.

Tercero, es un tema que vamos abordar con toda responsabilidad, de frente, que es el de la modificación de nuestra Ley 66-97. Entendemos que debe modificarse la Ley, en tanto, lo ordenó el Pacto Educativo 2014 y como también, hay que adecuarlo a planteamientos que están consignados en la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo, pero no puede ser una contrarreforma, tiene que ser una reforma que permita garantizar los derechos que ya tienen ahí los docentes y nuestros niños y nuestras niñas pobres que van a las escuelas públicas.

Tenemos además, una serie de puntos que están sobre la mesa, que son importantes y abarcan no solo necesidades del magisterio sino también de la educación que deben cumplirse para superar esos márgenes de deficiencia que marcan siempre la educación del país.