Washington-Estados Unidos aseguró este miércoles que el Gobierno de Venezuela incrementó la represión tras el fallido ataque con drones contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y citó como ejemplo la detención del diputado Juan Requesens, acusado de ser cómplice de ese ataque.

En su informe anual en materia de derechos humanos relativo a 2018, el Departamento de Estado dijo que existe “información creíble” sobre torturas y abusos cometidos por las fuerzas de seguridad venezolanas, que considera que están “politizadas” e influenciadas por el Ejecutivo de Maduro.

Para Washington, uno de los puntos de inflexión en la situación de derechos humanos en Venezuela se produjo el 4 de agosto, cuando Maduro sufrió un fallido ataque con drones mientras daba un discurso por el 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada).

A continuación, EE.UU. destaca la detención el 7 de agosto de Requesens por “hombres enmascarados” de la inteligencia del país, mientras Maduro lo acusaba en televisión del atentado en su contra.

Según EE.UU., que cita artículos de prensa e información de varias ONG, Requesens ha llegado a estar en régimen de aislamiento hasta 23 horas al día, no ha podido recibir atención médica adecuada y no se le ha garantizado su derecho a un juicio justo, aunque sus condiciones de detención han mejorado levemente desde diciembre.

En su informe, el Departamento de Estado cita 2.000 casos de detenciones arbitrarias y 286 “presos políticos”, documentados por la ONG Foro Penal, que asegura que esa cifra -que data del 18 de noviembre- es menor a los 676 “presos políticos” produjo la ola de protestas de 2017.

EE.UU. destaca en su informe el carácter “cada vez más autoritario” del Ejecutivo venezolano y crítica las “profundamente fraudulentas” elecciones de mayo, en las que Maduro fue reelegido y que le permitieron volver a tomar posesión de su cargo el pasado 10 de enero.

El informe se refiere a los acontecimientos de 2018 y no menciona al líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por 54 países, entre ellos EE.UU