CHICAGO, Estados Unidos.- El Festival Internacional de Cine Latino de Chicago (EE.UU.) inaugura este jueves su trigésimo quinta edición con la exhibición de 63 largometrajes y 40 cortos que prometen ser “lo mejor, de lo más reciente”, producido por directores de América Latina, España, Portugal y Estados Unidos.
“Como siempre, el objetivo es que cada festival sea el mejor de todos los celebrados hasta ahora, y ese objetivo lo mantenemos”, asegura a Efe su fundador y director ejecutivo, Pepe Vargas.
Han pasado 35 años desde el festival inicial, que proyectó 14 películas en una pared, con el atractivo de que era en un edificio donde funcionaron los estudios Essanay, utilizados en 1915 por Charles Chaplin y otras estrellas del cine mudo.
En la primera edición fueron 500 espectadores y en la segunda 3.500 que colmaron todas las funciones.
Los 20.000 dólares de presupuesto inicial para dos festivales pasaron a los 850.000 anuales de hoy, para satisfacer a un público de 40.000 personas que ahora asisten a las exhibiciones en un moderno complejo de salas del centro de la ciudad, además de dos fiestas de gala.
“Todo logrado con mucho esfuerzo y sacrificio, poniendo mucho énfasis en el contenido que es lo que define al festival”, dice el colombiano, quien asegura que su creación no es solamente el más antiguo de los Estados Unidos, sino además “el número uno”.
El festival se inaugura este jueves con una noche cubana, donde se presenta “Yuli”, de la española Iciar Bollaín, sobre una autobiografía del bailarín cubano Carlos Acosta.
La clausura será el 11 de abril, con la noche colombiana y la exhibición de “El Reality”, del director Rodrigo Triana, que será el invitado especial.
Los organizadores han invitado a casi 60 directores, productores, actores y guionistas involucrados con las películas en cartelera para que asistan al festival y aprovechen la oportunidad de conocerse, hacer contactos para posibles producciones y que se conozcan más sus realizaciones.
Según Vargas, al elaborarse la cartelera se hace hincapié en el papel del festival de ser “una plataforma de lanzamiento de nuevos talentos”, con un 30 % de trabajos de mujeres directoras y un 30 % de primeros trabajos, “sin dejar de lado a directores establecidos”.
En la noche cubana estará el debutante dominicano Raúl Camilo, quien estrenará mundialmente en el festival su realización “Lo que siento por ti”, que reúne tres historias sobre niños discapacitados y sus padres.
También acompañará la noche inaugural la colombiana Ana Sofía Osorio, directora de “Amalia”, su segundo largometraje.
Otro estreno mundial del festival es “Resistencia (Legalidade)”, del director brasileño Zeca Brito, un realizador ya conocido que regresa a Chicago con una película política sobre el movimiento de resistencia creado en Brasil en 1961 para que el vicepresidente João Goulart asumiera la presidencia del país.
El presidente constitucional, Janio Quadros, había gobernado solamente entre el 31 de enero y el 25 de agosto de ese año y fue obligado a renunciar, presionado por fuerzas militares.
“Las películas del festival de Chicago revelan y cuentan historias que algunas fuerzas interesadas quieren ocultar”, dice Vargas.
“Es un cine con un contenido cultural profundo, no hecho solamente para divertir a la gente, y es por eso que en nuestra cartelera no se ve la alta dosis de violencia, sexo y vulgaridad que produce Hollywood, con la única intención de ganar dinero”, afirmó.
La cartelera también destaca estrenos en Estados Unidos de películas realizadas por directores latinoamericanos, como “Lo peor de los deseos”, del boliviano Claudio Araya Silva; “Cabros de mierda”, del chileno Gonzalo Justiniano, y “Amalia”, de la colombiana Ana Sofía Osorio Ruiz.
Otros títulos son “Dos Fridas”, una coproducción de Costa Rica y México dirigida por la costarricense de origen iraquí Ishtar Yasín Gutiérrez; “Ocho de cada diez”, de Sergio Umansky (México); “Caiga quien caiga”, Eduardo Guillot (Perú); “Rosa Mística”, de Augusto Tamayo (Perú), y “En el pozo”, de los uruguayos Bernardo y Rafael Antonaccio.
De España se estrenarán “Jaulas”, de Nicolás Pacheco, y “Memorias de un hombre en pijama”, de Carlos Fernández de Vigo, mientras que Rodrigo Sorogoyen presentará el suspenso político “El Reino”, que ganó siete galardones en última edición de los premios Goya.
De Argentina, “Rojo”, de Benjamín Naishtat, premio del jurado como Mejor Cinematografía, y Concha de Plata al Mejor Actor y Mejor Director en el festival de San Sebastián 2018.
Asimismo, “La reina del miedo”, ópera prima de la actriz argentina Valeria Bertuccelli, quien escribió el guión, codirigió y actuó en la película.
Vargas explica que no hay “mucho apetito” por documentales entre los seguidores del festival, por lo que el comité de selección debe ser muy exigente.
Este año en esa categoría se destacan “Filiberto”, del puertorriqueño Freddie Marrero, sobre Filiberto Ojeda Ríos, comandante del Ejército Popular Boricua, conocido como Los Macheteros, y “Arriba Habana”, de Pedro Ruiz, filmado en un barrio en ruinas de la capital cubana.
El festival no es competitivo, pero desde 1993 el público vota por su filme favorito en varias categorías y otorga un premio especial.