Así se conoce el método implementado por Sócrates como técnica, que usaba para auscultar el interior del ser pensante con el fin último de hacer fluir desde allí una serie de conceptos nuevos que se encontraban ocultos. Etimológicamente significaba (hacer parir, dar a luz).
La mayéutica como método filosófico pretendía llegar y descubrir la verdad o aletheia, esa verdad que se encuentra escondida en cada ser humano.
Conviene saber que el concepto mayéutica emanada desde el griego se vinculaba mas a la realidad del parto (obstetricia), haciendo referencia al parto, Sócrates extrapola el concepto haciéndolo referirse al nacimiento del ente, del ser en tanto pensador.
Posteriormente Sócrates introduce en el proceso de construcción de la mayéutica el tema de la cuestión (la pregunta) arguyendo que el conocimiento debe surgir como emanación provocada por un ejercicio continuo del cuestionar o preguntar. El plan era llevar al estudiante la verdad final a través de preguntas sucesivas y persistentes sobre el tema a tratarse.
Es decir, el maestro (coach, mentor, pedagogo o didáscalo) no debe servir un conocimiento al discente o alumno, sino guiarlo, creándole dudas y expectativas, a pensar y a reflexionar hasta que saquen sus propias conclusiones o teorías.
La mayéutica es diferente a la llamada “ironía socrática” en la que Sócrates buscaba hacer entender al interlocutor que lo que él creía saber no era real, pues, su conocimiento se afincaba más en prejuicios que en realidades cognoscibles y aprehensibles.
En tal sentido, la mayéutica como método filosófico se centra más que en prejuicios, en la reminiscencia, es decir, él afirma que el conocimiento está de por sí, latente en el ser y el alma de la persona y lo único que debe hacer es descubrirlo, desvelarlo.
Descubrir el conocimiento ya pre-existente en el alma es la clave y a esto se le llama dialéctica, por ser de dimensión inductiva.
Es fácilmente entendible en el ámbito educativo. El plan es utilizar el diálogo, el debate, el careo como una forma de dialéctica para accesar al conocimiento. La mente del alumno no es una caja en la que se pueda depositar un saber, sino una máquina de producir conocimiento a través de la confrontación de las ideas y la conceptualización.
La mayéutica es un método antiguo, pero puede ser útil en el siglo XXI si queremos construir alumnos libres, reflexivos, abiertos, incluyentes e influyentes en la sociedad post-moderna.