La expectativa que genera la futura generación del Volkswagen Golf es proporcional a su importancia: se trata de uno de los medianos de referencia a nivel mundial (en 2018 fue el modelo más vendido de Europa). Por eso sorprendió que su lanzamiento global se posponga para febrero de 2020.
Ahora se supo el motivo de manera oficial: la marca está solucionando problemas de software. Es que la octava edición del Golf lo actualizará online, y eso lo hace potencialmente vulnerable al ataque de hackers.
Así lo sostuvo Juergen Stackmann, jefe de marca de Volkswagen ante el medio Automotive News: «Nunca hemos ocultado el hecho de que el software, un área de extrema importancia para los productos en el futuro, es un desafío serio para nosotros. Los equipos están bajo una gran presión».
El Golf actualizará el software de forma inalámbrica, lo que implica un riesgo. “Debido a su conectividad en línea el automóvil ya no es un ecosistema cerrado”, explicó. Con las herramientas indicadas los «piratas informáticos» pueden acceder al centro neurálgico del auto.
El ejecutivo también lo comparó con un smartphone: «Un cliente podría enojarse si su teléfono inteligente no funciona, pero al día siguiente realiza una depuración. Un automóvil es diferente; si algo sale mal, puede ser crítico, por lo que los requisitos de seguridad son mucho más altos».
Por otro lado, se refirió al problema de la homologación, ya que al actualizar el software “se le está agregando contenido». Por eso, afirmó, «estamos trabajando junto con las agencias de aprobación, también es algo nuevo para ellos».
El plan original era presentar el Golf en el Salón de Frankfurt, que abrirá sus puertas en septiembre. Sin embargo, fue reprogramado para fin de febrero del año próximo. Lógicamente, cuando los problemas estén solucionados.
La revista alemana Der Spiegel afirmó que, por el cambio de planes, en la fábrica de Wolfburgo este año se fabricarán 10.000 unidades del nuevo Golf 8, contra las 80 000 proyectadas inicialmente.