EL CAIRO.- Al menos 13 civiles murieron hoy por ataques lanzados por la aviación militar siria contra Idlib, el último bastión opositor a Damasco en el país, y una mujer pereció en Hama por disparos de grupos de la oposición.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que al menos 7 personas, entre ellas 3 mujeres, murieron por los ataques aéreos de la aviación militar de Damasco en el pueblo de Serya, en una nueva serie de ataques en la zona desmilitarizada aprobada por turcos y rusos en septiembre.

Un padre y sus tres hijos perdieron la vida en el pueblo de Al Bara por los barriles explosivos lanzados contra la zona, según la ONG, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno.

La Defensa Civil siria, cuyos miembros son conocidos como los “Cascos Blancos” y que opera en zonas que escapan al control del Gobierno sirio, mostró en su cuenta de Twitter una imagen del padre cubierto por una manta y dos de los hijos en el suelo tras los ataques de helicópteros del Gobierno.

En el pueblo de Al Habit otras dos personas han muerto por el lanzamiento de proyectiles por parte de la aviación militar siria, destacó el Observatorio, el cual añadió que el número de víctimas mortales podría aumentar por la gravedad de los heridos, cuya cifra no especificó.

El Gobierno sirio no ha reaccionado a esta información, aunque la agencia estatal siria SANA ha señalado que una mujer ha muerto y siete civiles han resultado heridos hoy después de que “un gran número de cohetes” lanzados por “grupos terroristas” impactaran en el norte de la provincia de Hama, bajo control del Gobierno sirio.

Esta información también ha sido confirmada por el Observatorio.

Ayer, el Observatorio informó de que otros 30 civiles fallecieron por los ataques aéreos, incluidos 13 niños, en Idlib y Alepo.

Con esta cifra aumenta a 301 los civiles muertos por los bombardeos de Damasco y su aliado Moscú desde el pasado 30 de abril, fecha que marca el inicio de la escalada de violencia contra los reductos opositores del norte y noroeste de Siria.

Idlib, el oeste de la provincia de Alepo, el norte de Hama y de la mediterránea de Latakia son los últimos reductos insurgentes en Siria.

A su alrededor se establecido una zona desmilitarizada el pasado septiembre entre Rusia y Turquía (valedora de la oposición, pero prácticamente desde el primer día ha habido violaciones al acuerdo por ambas partes.

Idlib está prácticamente dominada por el Organismo de Liberación de Levante, la alianza en la que está incluida la exfilial siria de Al Qaeda, el que se ha convertido en el principal objetivo del presidente sirio, Bachar al Asad.

En esta provincia, fronteriza a Turquía y en la que según diversas estimaciones viven entre 2,5 y 3 millones de personas, más de 200.000 habitantes se han visto desplazados de sus hogares por la escalada de violencia de ambas partes en la primera quincena de mayo, según la ONU.