PEKÍN.- Miles de personas salieron a las calles de la localidad china de Wuhan (centro) para protestar por la construcción de una nueva planta incineradora de residuos, en la última de una serie de manifestaciones en las que hubo 20 detenidos, informaron hoy medios locales.

Según recoge Radio Free Asia (RFA), las protestas fueron en aumento a lo largo de esta semana y llegaron a su punto álgido en la noche del jueves, cuando 10.000 manifestantes tomaron las calles del municipio en medio de un amplio dispositivo policial.

La causa principal de su enfado se debe a la intención del Gobierno local de construir una planta incineradora de residuos sobre los restos de un antiguo vertedero de basura, que esperaban se convirtiera en un parque público.

La mayoría de las detenciones corresponden a usuarios de redes sociales que compartieron información acerca de las protestas a través de WeChat, el equivalente local de WhatsApp.

En declaraciones a RFA, un residente local, apellidado Xu, explica que estas protestas se producen “espontáneamente” ante la parsimonia de las autoridades locales, que han ignorado de forma recurrente las quejas de los vecinos sobre una planta que, consideran, podría ser perjudicial para su salud y la calidad del aire.

“La calidad del aire ya es muy pobre en Yangluo (el distrito de Wuhan donde ocurren las protestas) y el agua subterránea ha estado contaminada por más de una década. Y ahora dicen que tienen que construir una planta de incineración de residuos, que es una amenaza para nuestras vidas”, lamenta el vecino.

“Entendemos la necesidad de eliminar la basura de una manera respetuosa para el medioambiente, ¿pero tiene que ser tan cerca de nuestros hogares?”, inquiere al diario independiente South China Morning Post otro residente, que declina dar su nombre.

Según esta fuente, el Gobierno de la localidad ha prometido que no retomará el proyecto sin el visto bueno de la población local, además de asegurar que la ubicación de la planta todavía no se ha elegido.

Décadas de imparable crecimiento económico han afectado gravemente al medioambiente en China, con protestas ambientales que son cada vez más recurrentes entre la clase media del país asiático.

En este sentido, el Gobierno chino ha fomentado la quema de residuos como una alternativa al soterramiento de la basura en los vertederos, una estrategia que, sin embargo, ha sido objeto de protestas por los efectos nocivos que tiene para la salud.