LONDRES.- En un duelo ibérico, el español Rafael Nadal se impuso al portugués Joao Sousa, por 6-2, 6-2 y 6-2, en una hora y 45 minutos, su mejor resultado en cuanto a número de juegos este año, para alcanzar por séptima vez los cuartos de final de Wimbledon, torneo donde ha logrado ya 52 victorias en su carrera, una más que el sueco Bjorn Borg.
Descansado tras el parón del tradicional domingo de en medio, y jugando por tercera vez consecutiva en la Pista Central, Nadal volvió a exhibir su rapidez de piernas y su tremenda efectividad con el servicio, con el que no cedió ni un solo punto de rotura de nuevo como sucedió contra el francés Jo-Wilfried Tsonga, para vencer a Sousa por tercera vez en sus enfrentamientos, en los que solo ha perdido un set, en Madrid hace dos años.
“Buen partido, muy sólido con mi derecha y el saque, y también con el resto de cosas, en general muy positivo”, resumió Nadal tras el encuentro, enfatizando el control que mostró con su derecha, “cambiando direcciones”.
“Estoy muy contento de estar en cuartos de nuevo. Ganar dos partidos seguidos sin ceder un set (Jo-Wilfried Tsonga y Sousa) es una gran noticia. Me encuentro confiado y jugando bien, y ahora llega otro partido”, añadió Nadal.
El balear, tras obtener su victoria número 70 en hierba y la 36 en total en lo que se lleva de temporada, récord personal que el suizo Roger Federer puede igualar este mismo día de vencer al italiano Matteo Berrettini, se enfrentará en cuartos contra el ganador del duelo entre los estadounidenses Sam Querrey y Tennys Sandgren.
Semifinalista el pasado año contra Djokovic, Nadal está a un paso de igualar su actuación en el 2018. Contra Querrey, el balance favorece al español por 4-1, aunque nunca se han enfrentado sobre hierba. En pista dura, Nadal ha ganado dos veces, en Cincinnati en 2016 y US Open 2008, y ha perdido en una, en la final de Acapulco en 2017. Contra Sangren sería el primer choque.
Serán ya sus cuartos de final número 39 en el Grand Slam, los terceros este año tras alcanzar la final del Abierto de Australia y coronar con su duodécimo título el torneo de Roland Garros, situándose a dos del estadounidense Jimmy Connors, que ocupa el tercer puesto de una lista histórica, en la que Novak Djokovic, con 45 y Roger Federer, con 55, figuran destacados, aunque estos dos últimos pueden aumentar sus números este lunes.
Con el golfista español Sergio García, campeón del Masters hace dos años, en el palco de invitados, Nadalcompletó de nuevo una sólida victoria, y lleva ya cuatro partidos ganados este año en el All England Club cediendo únicamente el set que el australiano Nick Kyrgios le arrebató en la segunda ronda.
“Tira, tira” gritaba Sousa, 69 del mundo, en su segunda aparición en los octavos de un Grand Slam (US Open el año pasado), frustrado porque sus disparos no tenían el mismo impacto que el sábado cuando derrotó al británico Daniel Evans en un épico duelo a cinco sets.
La celeridad en el golpe de derecha y su gran eficacia este año al servicio, son claves en el juego de Nadal, que día a día, se va acoplando mejor al juego de hierba, y que independientemente del nivel de los jugadores con los que se ha ido enfrentando, no se medirá con un cabeza de serie hasta la ronda de semifinales.
En cuatro partidos disputados, el español ha cedido su servicio solo tres veces, una contra el japonés Yuichi Sugita, en el primer juego del partido, y dos contra Kyrgios, ambas en el segundo set. Ante su amigo Sousa, hizo cinco saques directos, y como en el partido contra el francés Jo-Wilfried Tsonga, finiquitó el duelo con un “ace”, y también sin ceder punto de rotura.
Nadal y Federer tienen este año en Wimbledon la oportunidad de convertirse en los primeros jugadores capaces de ganar cinco Grand Slams después de cumplir 30 años. El español hizo los deberes del día ya, a Federer le toca en breve contra Berrettini.