AMMÁN.- Varios países árabes se han sumado a las condenas de la comunidad internacional por la demolición por parte de Israel de decenas de viviendas palestinas en el barrio de Wadi Humus, colindante con Jerusalén Este pero bajo jurisdicción exclusiva de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
El rey Abdalá II de Jordania, país que tiene el papel de guardián de los lugares religiosos cristianos y musulmanes de Jerusalén, rechazó la medida adoptada por Israel y pidió a la comunidad internacional que intervenga para detener las demoliciones, según un comunicado de la Casa Real.
Abdalá II denunció que “estas prácticas tienen como objetivo la identidad árabe de Jerusalén”, cuya parte oriental fue ocupada por Israel en la Guerra de los Seis Días, de 1967 y anexionada en 1980 sin el reconocimiento internacional.
El Ministerio de Exteriores jordano ya había condenado en un comunicado la demolición de las casas y la expulsión de los residentes palestinos, asegurando que esto “amenaza con profundizar la desesperación, aumentar la tensión y afectar de forma intrínseca a la solución de los dos Estados”.
Esa solución apoyada por la gran mayoría de los países y la ONU prevé la creación de un Estado palestino independiente junto a Israel, en las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como su capital.
También Egipto, que al igual que Jordania firmó la paz con Israel, conel que también mantiene relaciones diplomáticas, rechazó la “escalada” en Jerusalén y “cualquier acto que cambie la situación” de esta ciudad, el segundo lugar más sagrado para los musulmanes tras La Meca y Medina.
Asimismo, el Ministerio de Exteriores egipcio advirtió en una nota de “los peligros que conllevan estas acciones respecto a los esfuerzos para lograr una paz justa y global” entre palestinos e israelíes.
Por su parte, Emiratos Árabes Unidos condenó la “migración forzada” de los residentes palestinos, ya que la demolición afecta a más de 350 familias, cuyas residencias estaban levantadas o en construcción, y desplaza forzosamente a una veintena de personas que ya vivían en Wadi Humus.
Además, el ministerio de Exteriores emiratí calificó en un comunicado de “actos criminales que violan los derechos del pueblo palestino hermano” las demoliciones que dieron comienzo este lunes.
El Consejo de Ministros de Arabia Saudí expresó su “condena firme” y criticó las acciones de las “autoridades de ocupación israelíes” contra los ciudadanos palestinos.
Ayer, los países de la Unión Europea en el Consejo de Seguridad de la ONU condenaron “enérgicamente” la demolición, la primera que Israel ejecuta en zonas declaradas A y B, cuya planificación y Administración Civil, recaen en la ANP, según los Acuerdos de Oslo.