Redacción Deportes (EE.UU.).- La imagen de la figura del alero estrella LeBron James sufrió un duro revés después que el exgerente general de los Cavaliers de Cleveland, David Griffin, ofreció todo tipo de detalles de la relación profesional que le tocó mantener por tres temporadas seguidas con los Cavaliers de Cleveland, experiencia que calificó de “miserable”.
Griffin, en una entrevista ofrecida esta semana a la revista especializada “Sports Illustred” ofreció detalles que otros profesionales ya conocían, pero que no habían querido que trascendiesen al ámbito de la opinión pública por distintos motivos.
Sin embargo, Griffin, que ahora está al frente del nuevo proyecto de reconstrucción de los Pelicans de Nueva Orleans, como vicepresidente ejecutivo, detalló los desafíos de sus tres temporadas al lado de James, que regresó a los Cavaliers tras cuatro temporadas con los Heat de Miami, y no se quedó con la mejor imagen y experiencia.
Además en sus declaraciones, Griffin fue más allá al valorar la predisposición actual que James tiene de cara a su nueva etapa con Los Angeles Lakers, y cuestionó que pueda tener el mismo instinto ganador de antes.
Griffin fue gerente general de los Cavaliers cuando ganaron el campeonato de la NBA en 2016 al superar a los Warriors de Golden State y llegaron a las Finales en cuatro temporadas consecutivas.
El nuevo directivo de los Pelicans manifestó a “Sports Illustrated” en la historia que la publicación de a conocer este jueves, que el desafío anual de construir un contendiente por el título alrededor de James era demasiado estresante, incluso si eso resultó en una carrera ganadora del campeonato en 2016.
“Todo lo que hicimos fue tan inorgánico e insostenible y, francamente, nada divertido. Fui miserable”, dijo Griffin. “Literalmente, en el momento en que ganamos el campeonato, supe que me iría. No había forma de que me quedara por ninguna cantidad de dinero”.
Ganar un título en su estado natal también ha afectado la mentalidad de James en la cancha, comentó Griffin, preguntándose si el ahora Laker está más preocupado con otras prioridades. “No había mucho más para él”, valoró Griffin. “Ya no creo que sea el mismo profesional que sólo deseaba ganar y ganar”.
Griffin también confesó en la entrevista que lloró en privado la noche en que los Cavaliers ganaron el título, diciendo que estaba tan obsesionado con ganar que “ya no amaba el juego”, dado que no podía disfrutarlo como deporte porque se trataba de que todo lo que se conseguía se enfocaba como el triunfo de una sola persona.
“La razón es que LeBron (James) está obteniendo todo el crédito y ninguna culpa. Y eso no es divertido para la gente“, valoró Griffin sobre el desafío de trabajar y jugar con James. “Los profesionales que se respetan no les gusta ser parte de ese mundo”.
Griffin finalmente dejó a los Cavaliers en junio de 2017, con su contrato expirando a fines de ese mes, en parte también porque nunca comulgó con la filosofía y personalidad del dueño del equipo de Cleveland, Dan Gilbert.
Tras dejar a los Cavaliers, marcha que James criticó y pidió que siguiese en el cargo, Griffin se aportó de la actividad de la NBA, hasta que el pasado abril, los Pelicans lo vieron como el profesional ideal para iniciar la reconstrucción del equipo tras la petición del pívot estelar Anthony Davis de dejar la franquicia.
Griffin reconoce que de inmediato vio un gran proyecto con los Pelicans y sobre todo un ambiente profesional muy distinto a lo vivido en Cleveland.
Esa seguridad y confianza que tiene por parte de la dueña de los Pelicans, Gayle Benson, sobre el proyecto que ha iniciado le ha permitido a Griffin comenzarlo de manera brillante al tener la suerte de elegir como número uno en el pasado sorteo universitario al alero Zion Williamson, al que ya comienzan a comparar como el próximo James por sus cualidades físicas y clase.
Pero Griffin con el traspaso de Davis a los Lakers también logró jugadores importantes del equipo angelino como los jóvenes talentos como el base Lonzo Ball, el alero Brandon Ingram, el escolta Josh Hart y tres selecciones de primera ronda, incluida la cuarta de este año.
“Nuestro objetivo es construir un gran equipo entorno a Williamson, pero que todos sean importantes a la hora de conseguir ganar el mayor número de partidos posible y al final luchar también como grupo por un título”, destacó Griffin.
El directivo de los Pelicans reiteró que había vuelto a tener ilusión por del deporte del baloncesto, a sentir la pasión de trabajar en equipo y lo que era más importante, disfrutar de lo que hacía como profesional.