Un día después de sopesar en recortar los impuestos para promover el crecimiento económico, el presidente Donald Trump cambió de parecer ayer miércoles y dijo que abandonará la idea porque Estados Unidos ya tiene “una economía fuerte”.
El mandatario cambió de posición después de la inestabilidad reciente en los mercados bursátiles y en medio de un debate acerca de si el país se encamina a una desaceleración que pueda poner en riesgo sus posibilidades de ser reelegido. A principios de la semana Trump reconoció por primera vez que sus políticas comerciales hacia China podrían generar dificultades económicas para los estadounidenses, aunque insistió en que los aranceles son necesarios para obtener beneficios más importantes a largo plazo.
Pero aparentemente su idea sobre la posibilidad de recortar el impuesto sobre nóminas no duró mucho.
“Ahora no estoy sopesando un recorte fiscal”, declaró a los reporteros en la Casa Blanca. “No lo necesitamos. Tenemos una economía fuerte”.
Trump también descartó la idea de indexar a la inflación el impuesto a las ganancias de capital, que se aplica cuando los inversionistas venden activos. Dijo temer “ si lo hago, se percibirá, como un poco elitista”.
Los analistas han advertido que una desaceleración si no es que una recesión en toda regla, podría azotar al país antes de los comicios del año próximo. Sin embargo, Trump ha elogiado en gran medida el desempeño de la economía y la forma en que la ha manejado.