ESTADOS UNIDOS. – Un niño de 12 años casi pierde parte de su columna vertebral , cuando un bobina de trampolín de seis pulgadas se hundió en su espalda, durante un extraño accidente.

El hecho ocurrió el domingo pasado cuando Jamie Quinlan, residente de Louth en Lincolnshire, rebotaba en el trampolín de su amigo. La bobina de metal rasgó su camiseta y se alojó en su espalda a pocos centímetros de su médula espinal.

Su padre Ian, de 62 años, dice que el accidente “podría haberle sucedido a cualquiera” y quiere advertir a otros padres sobre el peligro de los juguetes de jardín.

“Fue algo terrible, y realmente me asustó. Podría haberle pasado a cualquiera.Quiero que la gente sepa qué tan peligrosos pueden ser los trampolines si no hay una cubierta en los resortes, o si hay una brecha”, agregó.

“Si hubiera golpeado en otra parte del cuerpo de Jamie, en su cabeza o garganta, podríamos haberlo perdido”, expresó.

“Los niños son las cosas más importantes en nuestras vidas, por lo que las personas deben ser conscientes de los peligros en su propio jardín”.

Ian, quien es cuidador a tiempo completo de su esposa de 55 años, Sandra, que tiene la enfermedad de Parkinson, dijo que su hijo había sido “muy valiente”.

Jamie, que asiste a la Academia Louth, dijo que se dio cuenta de que algo malo había sucedido cuando sintió una sensación “extraña y pesada” en la espalda.

“Cuando estaba en la sala de espera del hospital, estaba realmente nervioso, les llevó unos diez minutos sacar el resorte de mi espalda” dijo.

Jamie fue sometido a una cirugía de emergencia y fue internado durante la noche en el Sheffield Children’s Hospital antes de ser dado de alta el lunes.