Los principales aspirantes demócratas a la Casa Blanca se enfrentaron por primera vez durante un intenso debate junto a otros siete precandidatos que se encuentran ante intensa presión para que abandonen la contienda interna. Todos arremetieron sin piedad contra el presidente Donald Trump.
Los tres principales precandidatos presidenciales demócratas chocaron el jueves por la noche en temas como la atención médica, la inmigración y el legado del presidente Barack Obama. Joe Biden enfrentó enérgicamente a sus rivales liberales Elizabeth Warren y Bernie Sanders.
El senador Cory Booker, de Nueva Jersey, dijo que Trump es un racista. El exrepresentante Beto O’Rourke, de Texas, afirmó que el mandatario es un supremacista blanco. Y la senadora Kamala Harris, de California, aseguró que los mensajes de odio difundidos por Trump en las redes sociales dotaron de “la munición” a las recientes masacres a tiros.
“Presidente Trump, usted se ha dedicado de tiempo completo en los últimos dos años y medio a sembrar el odio y la división entre nosotros, por eso no hemos logrado hacer nada”, declaró Harris.
La contienda
La contienda interna demócrata se ha desarrollado notablemente sin contratiempos, aunque el debate se enmarca en un momento crucial en la campaña debido al aumento de los electores que concluyen sus vacaciones de verano y comienzan a prestar más atención a la política.
Según las encuestas, una mayoría importante de electores considera que el país va en la dirección equivocada con el gobierno de Trump, que cumple su primer periodo como presidente. Pero después de nueve meses de contienda interna por la nominación, los divididos demócratas no han respondido aún a preguntas fundamentales sobre quién o qué representa al partido más allá de la simple oposición a Trump.
Los temas de la raza, el género, las generaciones y la ideología han dado forma al debate, y volvieron a salir a la luz en el escenario el jueves.
El mismo Obama se convirtió en un punto de confrontación cuando la discusión viró hacia la atención médica y la inmigración en particular.
Sanders dijo a Biden, el vicepresidente en los dos periodos de gobierno de Obama, que también es responsable de los millones de estadounidenses que cayeron en la bancarrota debido al sistema de salud conocido como “Obamacare”.
Biden contraatacó a Sanders y Warren, declarando que aún no han explicado cómo financiarían desde el gobierno el plan de salud “Medicare para todos” propuesto por Sanders.