BRUSELAS.- Los ministros de Transporte de la Unión Europea exploraron este viernes cómo acelerar la reducción de emisiones de efecto invernadero en el tráfico rodado, marítimo y aéreo, coincidiendo con una jornada de “huelga mundial por el clima” con movilizaciones contra la crisis climática en más de 100 países.

“El transporte es responsable de una cantidad ingente de emisiones y afecta a la vida cotidiana de los ciudadanos”, declaró la ministra de trabajo de Finlandia, Sanna Marin, cuyo país ejerce la presidencia semestral del Consejo de la UE, quien recordó que “hoy mismo miles de personas van a manifestarse por un medioambiente más limpio aquí, en Bruselas”.

El debate ministerial buscaba compartir las prácticas e ideas de los distintos Estados miembros para diseñar las futuras políticas de reducción de emisiones, teniendo en cuenta que el transporte es “el único sector en el que las emisiones de efecto invernadero siguen superando los niveles de 1990”, recordó la comisaria europea Violeta Bulc.

En líneas generales, los ministros de los Veintiocho subrayaron la importancia de que la UE adopte el compromiso de alcanzar la “neutralidad climática” en 2050, es decir, emitir sólo el CO2 que pueda absorber, iniciativa que bloquean la República Checa, Estonia, Hungría y Polonia.

TRANSPORTE RODADO

Representa una quinta parte de las emisiones de la UE y, dentro de este, las carreteras aportan el 70 % de los gases de efecto invernadero.

Parte de las solución, señalaron los ministros, pasa por incentivar que el transporte de mercancías por carretera pase al ferrocarril -que emite la novena parte de CO2-, fomentar un parque de vehículos de cero emisiones, impulsar los combustibles alternativos, reforzar la inversión en innovación y privilegiar el transporte público, la bicicleta y el caminar.

Países como Croacia, Eslovaquia o Letonia incidieron en que “el precio de los coches eléctricos sigue siendo demasiado alto” y pidieron acabar con “una política de movilidad sólo para los ricos” que puede hacer que los países con menos poder adquisitivo se conviertan “en un mercado atractivo para automóviles viejos que contaminan mucho”.

Hungría, que arrastra los pies en materia de cambio climático, defendió que es “injusto pedir más esfuerzos” a los países con retraso económico y reclamó más tiempo para los ajustes porque “el sector de la automoción es muy importante en Hungría y se ve en peligro con las medidas actuales”.

Alemania subrayó que “la industria del automóvil genera muchos puestos de trabajo y bien pagados” y que “esto en el futuro debe de seguir siendo así”.

“Nuestro enfoque es apostar por la innovación. Queremos generar tecnologías que sirvan para el mundo entero”, sostuvo el responsable germano.

Holanda sugirió acelerar la electrificación de las motocicletas y fomentar el uso de la bicicleta, y Suecia pidió “impuestos medioambientales eficaces”, mientras que Francia apoyó impulsar una industria europea de baterías eléctricas.

El secretario de Estado español de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Pedro Saura, animó a sus colegas a conectar “la política de transporte, la política industrial y la innovación” y, en materia de trenes y mercancías, buscar “una conexión continua entre todos los Estados miembros”, así como incluir la multimodalidad en la política fiscal.

TRANSPORTE AÉREO

La aviación de la UE está actualmente sujeta al sistema europeo de comercio de emisiones (ETS), hasta que en 2021 se empiece a implementar el futuro sistema internacional Corsia diseñado por la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO), esquema al que ya han anunciado que se sumarán 81 Estados.

Tanto la Comisión como los Estados miembros defendieron la importancia de Corsia, privilegiar el tren de alta velocidad para los trayectos de menos de 500 kilómetros, alentar el desarrollo tecnológico e implementar el Cielo Único Europeo, que busca una gestión integrada del tráfico aéreo en la UE que sería más eficiente, barata y sostenible.

Hubo, sin embargo, menos consenso en torno a la idea de aplicar impuestos verdes a las aerolíneas, iniciativa promovida por Estados como Bélgica, Holanda y Francia.

TRANSPORTE MARÍTIMO

Sigue siendo el menos contaminante pero, por su volumen, supone el 13 % de todas las emisiones de efecto invernadero y, al igual que la aviación, es un sector que requiere medidas globales, explicó la comisaria de Transporte, quien recordó que la Organización Marítima Internacional (OMI) se ha propuesto conseguir una reducción de al menos el 50 % de las emisiones para 2050 con respecto a 2008.

Los Estados miembros respaldaron un enfoque global a través de la OMI y apostar por el uso de combustibles alternativos, como células de amoníaco, los biocombustibles o el gas natural licuado, así como la optimización de la logística, la electrificación de las infraestructuras portuarias, la innovación tecnológica o las cuotas de emisión por buque.