SANTO DOMINGO. -La Iglesia Adventista del Séptimo Día realizó este miércoles una jornada informativa y de concienciación sobre el cáncer de mama bajo el lema “tócate para que no te toque”, con el objetivo de combatir las alarmantes cifras de una enfermedad que afecta a 1,38 millones de mujeres en todo el mundo.
La iniciativa fue encabezada por Orpha de la Cruz, directora del organismo adventista Ministerio de la Mujer, quien junto a decenas de feligreses compartió revistas informativas sobre la enfermedad.
“A través de este material gratuito queremos enseñar a las mujeres a responder de forma directa y sencilla a las preguntas básicas sobre el cáncer de mama y brindar las claves para superar esta enfermedad o para ayudarles a comprender a un ser querido que la esté padeciendo”, expresó De la Cruz.
Como parte de su compromiso con la sociedad y en ocasión del mes de la lucha contra el cáncer de mama, los religiosos distribuyeron más de 3,500 revistas en diferentes vías públicas de Santo Domingo, así como en hospitales y otros centros de salud.
Señalaron que, aunque también puede afectar a los hombres, el cáncer de mama es más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como en naciones en vías de desarrollo.
Explicaron que la incidencia de cáncer de mama está aumentando en el mundo debido a la mayor esperanza de vida, el aumento de la urbanización y la adopción de modos de vida occidentales.
Indicaron que pese a que reducen en cierta medida el riesgo, las estrategias de prevención no pueden eliminar la mayoría de los casos de cáncer de mama que se dan en los países de ingresos bajos y medios, donde el diagnóstico del problema se hace en fases muy avanzadas. Así pues, la detección precoz con vistas a mejorar el pronóstico y la supervivencia de esos casos sigue siendo la piedra angular del control del cáncer de mama.
“Como Adventistas del Séptimo Día queremos aportar un poco de ayuda y orientación a las mujeres de nuestro país, de tal manera que puedan prevenir a tiempo esta terrible enfermedad que, según las estadísticas afecta a 1,38 millones de mujeres y causa 458,000 muertes por año en el mundo”, agregó la dirigente de la iglesia. Reiteró que la detección temprana sigue siendo la clave en la lucha contra este mal. Cuando se detecta precozmente, se establece un diagnóstico adecuado y se dispone de tratamiento, las posibilidades de curación son elevadas. En cambio, cuando se detecta tardíamente es raro que se pueda ofrecer un tratamiento curativo.