NAGOYA.- Los ministros de Exteriores del G20 se reunirán este sábado en Nagoya con el objetivo de enviar un mensaje a favor del libre comercio y del multilateralismo en medio de las tensiones globales, una cita que pondrá fin a la presidencia de turno de Japón.
Los jefes de la diplomacia de los veinte países más industrializados y de los emergentes abordarán una agenda centrada en iniciativas a largo plazo, como impulsar la reforma de la Organización Mundial de Comercio (OMC) o avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.
En el encuentro que acogerá Nagoya, el Gobierno nipón quiere allanar el terreno para la próxima presidencia anual del G20, Arabia Saudí, y dejar atrás un año muy difícil para este club de países debido a los enfrentamientos comerciales y a los desacuerdos entre sus miembros, señalaron fuentes gubernamentales niponas.
EL FUTURO DEL G20, EN JUEGO
Tokio aspira a que esta cita ministerial sirva para reafirmar los principales compromisos alcanzados en la cumbre del G20 celebrada en Osaka el pasado junio, según las citadas fuentes del Ministerio nipón de Exteriores, que también adelantaron que no está prevista la aprobación de ninguna declaración conjunta.
Los ministros discutirán en concreto los “desafíos” derivados de los roces comerciales y de los riesgos geopolíticos, además del impacto negativo de ambos factores en la economía global, según las citadas fuentes.
Y es que la cumbre de Osaka puso a prueba los cimientos del G20 al evidenciar diferencias irreconciliables entre sus miembros -sobre todo entre Estados Unidos y el resto- a la hora de frenar el proteccionismo o de combatir el cambio climático, e incluso abrió el debate sobre la viabilidad del club de los 20 en su formato actual.
Japón se esforzará una vez más por ensalzar los puntos en los que sí hay consenso, como la reforma de la OMC o el respaldo a sacar adelante el llamado “impuesto digital” sobre las multinacionales tecnológicas y cuyos detalles se definirán el próximo año, según las citadas fuentes
¿UNA OCASIÓN PARA LIMAR ASPEREZAS?
La asistencia al encuentro del subsecretario de Estado de EE.UU., John Sullivan, y del jefe de la diplomacia china, Wang Yi, podría dar ocasión para desatascar las negociaciones entre las dos primeras potencias mundiales, aunque en principio no está prevista una reunión bilateral entre ambos.
En el foro también podrían salir a relucir otros asuntos que conciernen a los miembros del G20, como la ofensiva iniciada en Siria por Turquía, los prolongados disturbios en Hong Kong o el estado del diálogo con Corea del Norte para su desnuclearización, pese a que ninguno de ellos forma parte de la agenda oficial.
Para Japón, la cita en Nagoya puede permitir además limar asperezas con Corea del Sur, un país con el que mantiene un enconado enfrentamiento diplomático y comercial, y en concreto para tratar de salvar un acuerdo de intercambio de inteligencia militar que expirará en las próximas horas.
Aunque Seúl no ha confirmado de forma oficial la asistencia de ningún representante de su Gobierno, los medios de ese país han informado sobre el viaje a Nagoya de la canciller surcoreana, Kang Kyung-wha, quien de confirmarse este extremo podría participar en una reunión bilateral con su homólogo nipón, Toshimitsu Motegi.
Entre los asistentes a la reunión ministerial también estarán el canciller argentino, Jorge Faurie, y el ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, y su homólogo de Chile, Teodoro Ribera, estos dos últimos como representantes de países invitados del club de los 20.
La reunión ministerial constará de tres sesiones de trabajo que se celebrarán el sábado en el hotel Kanko de Nagoya, y que serán precedidas de una cena el viernes en un lujoso restaurante de esta ciudad nipona.
La agenda de la presidencia incluye una discusión sobre los progresos hacia los objetivos de desarrollo sostenible, una serie de metas fijadas por la ONU en 2015 para 2030 en aspectos como la pobreza, la salud, la igualdad de género, la protección medioambiental o el acceso a la educación y la energía.
Asimismo, los ministros debatirán la mejora de las ayudas al desarrollo en África, con estrategias como optimizar las inversiones en infraestructuras y potenciar los esfuerzos de actores locales para contribuir a la paz y a la seguridad en el continente.
Con motivo de la reunión, el centro urbano de Nagoya ha sido cerrado al tráfico y blindado con un dispositivo policial de unos 8.500 agentes, que también se amplía al aeropuerto de Chofu, la vía de entrada de muchos de los dignatarios extranjeros.