LOS ÁNGELES, EE.UU.- Para los vegetarianos de EEUU celebrar una cena de Acción de Gracias sin los siempre ubicuos pavo o lechón es cada vez menos difícil dada la creciente tendencia a evitar el consumo de carne, que va de la mano con nuevas propuestas culinarias a base de vegetales.
“Es poner un poco de creatividad y de sazón para reemplazar el pavo, el pernil de cerdo, el pollo y los productos derivados como el consomé, por alimentos que saben igual o mejor”, dijo a Efe la culturista Nora Reynoso, dos veces ganadora de la medalla de oro en las Olimpiadas de La Asociación de Culturismo Natural Profesional (PNBA, por sus siglas en inglés).
Tras sufrir serios problemas de salud, Reynoso, de 47 años, se volvió vegetariana en 2016 y desde hace dos años su celebración del día de Acción de Gracias es completamente acorde a este movimiento, al que cada vez parecen adherirse más personas.
Adam Shprintzen, autor de “The Vegetarian Crusade” (2015) y profesor de Historia en la Universidad Marywood en Scranton (Pensilvania), dijo a Efe que el auge del vegetarianismo en Estados Unidos se puede palpar en el aumento del consumo de sustitutos de la carne.
“Es un movimiento vegetariano más diverso y de mayor atractivo popular, en contraste a la década pasada”, subrayó el investigador.
Las ventas de sustitutos de carne a base de vegetales en EE.UU. han crecido el 31 % en los últimos dos años, según un informe de la firma de tecnología de datos Spins.
“El movimiento también es, en algunos casos, más despolitizado. Así es como las personas pueden adoptar simultáneamente las dietas vegetarianas mientras comen como vegetarianos en un lugar como Burger King”, añadió el académico, en alusión a la Impossible Whopper, la hamburguesa a base de vegetales de esa multinacional.
Reynoso confesó que el auge de los vegetarianos, que ha suscitado una visión más amable hacia ellos, le ha permitido convencer a sus comensales de este jueves a que prueben sus propuestas gastronómicas.
“Les explico que no es carne de pavo real, sino tofu, y que el relleno está hecho a base de caldo de vegetales, pero si no les advirtiera muchos ni se dan cuenta que no están comiendo carne. Es realmente delicioso”, defendió.
“Tiene que haber algo que puedas pensar que es pavo, que hay relleno”, reveló.
Shprintzen dijo que las primeras celebraciones en EE.UU. por el Día de Acción de Gracias incluyeron comidas con un mayor énfasis de verduras y granos, y fue luego que los estadounidenses construyeron esa fuerte asociación entre el consumo de pavo y carne con este festivo.
Además de temas relacionados con la salud, los argumentos que esgrimen las personas para dejar de comer carne incluyen preocupaciones ambientales, los derechos de los animales y hasta creencias religiosas.
Un estudio reveló esta semana que los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que mantienen una dieta restringida acompañada con ejercicio regular, son menos propensos que la población en general a desarrollar cáncer o muertes prematuras.
Esta denominación cristiana, que surgió en Estados Unidos a mediados del siglo XIX, cuenta con más de 20 millones de miembros en 213 países y opera numerosas tiendas que ofrecen productos vegetarianos.
Las preocupaciones ambientales llevan también cada vez más a reducir el consumo de carne. Una encuesta de Nielsen realizada en diciembre de 2018 refleja que el 61 % de los estadounidenses están dispuestos a comer menos carne para ayudar a compensar los impactos en el medioambiente que genera el ganado.
De igual forma, un reciente sondeo realizado por Herbalife Nutrition encontró que sólo el 47 % de estadounidenses, incluidos latinos, ven a la carne como una gran parte de su dieta, mientras que el 71 % se mostraron dispuestos a incluir más alimentos de origen vegetal en su dieta.
Shprintzen cree que un replanteamiento de la historia y las raíces de esta celebración, “al tener un mayor sentido de agradecimiento por el mundo natural, podría ayudar a cambiar el aspecto de los platos de la cena de Acción de Gracias”.