KINSHASA.- La República Democrática del Congo (RDC) ha comenzado esta semana a usar un medicamento innovador contra la tripanosomiasis africana, la llamada enfermedad del sueño transmitida por la mosca tsetsé, una dolencia de la cual este país congrega el 70 % de los casos mundiales.
Se trata del fexinidazol, un tratamiento oral fabricado en la propia RDC, que el Gobierno entregó este martes a un hospital de Kinshasa, según explicó este miércoles a Efe el director del Programa Nacional para el Control de la Tripanosomiasis Africana Humana (PNLTHA), el doctor Erick Mwamba.
Este medicamento consiguió en noviembre de 2018 la aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos, después de mostrar sus efectos positivos en 600 pacientes, y se administrará gratis en los centros de salud y hospitales de referencia de esta enfermedad en el país centroafricano.
“Este tratamiento facilitará y acercará a las comunidades a los centros de tratamiento”, aseguró el médico por teléfono, quien añadió que “el fexinidazol se enviará y redistribuirá en áreas de salud endémicas para que pueda comenzar a usarse”.
Los enfermos deberán tomarse tres comprimidos al día durante los primeros cuatro días y dos, durante los siguientes seis días. En unos días o semanas después, los síntomas de la enfermedad del sueño disminuyen gradualmente.
“Es un producto que fue desarrollado por los congoleños y para los congoleños con la ayuda de socios”, dijo la directora de la Iniciativa sobre medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDI), Nathalie Strub Wourgaft.
La RDC es el único país del mundo donde se diagnostican cada año más de 1000 casos de esta enfermedad parasitaria, causada por la picadura de la mosca tsetsé y que provoca cambios de comportamiento, confusión, trastornos sensoriales y falta de coordinación cuando el parásito afecta al sistema nervioso central.
Hasta la fecha, había solo cinco medicamentos registrados para la enfermedad del sueño, pero son tóxicos y complicados de administrar.
De hecho, uno de estos tratamientos, el Melarsoprol, una inyección derivada del arsénico descubierta en 1949, conlleva muchos efectos colaterales y puede llegar a matar a entre el 3 y el 10% de las personas inoculadas.
Además de a RDC, la tripanosomiasis africana humana, causada por dos parásitos diferentes, afecta a 36 países africanos, pero en 2017 se consiguió reducir el número de casos a 1446, de los cuales el 70 % fueron en la República Democrática del Congo.